La estructura que interviene en el tráfico de indocumentados por la frontera va mucho más allá de las 86 personas que el Ejército dijo que ha sometido a la justicia relacionadas con la operación.

Son las propias autoridades que lo reconocen al dar cuenta de las detenciones en vehículos y escondidos en distintos lugares de haitianos ilegales.

Ante la realidad el Ejército tendrá que profundizar las investigaciones hasta desmantelar la poderosa red, que al parecer conforman militares y empresarios, que controlan el flujo ilícito de emigrantes a través de la frontera.

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Llaman mucho la atención las detenciones de ilegales en medio de las masivas repatriaciones que realiza la Dirección de Migración.

En los operativos hay variables que no concuerdan o que se prestan a confusión. Pero la realidad es que la vigilancia en la frontera deja mucho que desear, aunque se hable de un estricto blindaje.

Por algún lado ingresan al territorio esos haitianos que son apresados aquí. Los detenidos, que no operan por cuenta propia, pueden contribuir a dar con los pejes gordos en el tráfico ilícito de indocumentados, que es obvio que no han sido tocados.