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Cálido, bello y colorido, pero abandonado malecón de Barahona

Cálido, bello y colorido, pero abandonado malecón de Barahona

Una motocicleta pasa junto al llamativo logo nombre de Barahona ubicado en el malecón de esa ciudad. Jorge González

Desde su construcción el malecón turístico de Barahona se ha convertido  en  el centro de diversión y esparcimiento más importante de esa costera ciudad, ya que aparte de que todos los eventos públicos de trascendencia se celebran ahí, también  es el lugar que las personas usan para ejercitarse, llevar a los niños o pasar un buen rato con familiares y amigos.

Sin embargo, por el descuido de las autoridades municipales y del Ministerio de Turismo este paradisiaco lugar se encuentra en un estado de abandono muy deprimente, ya que a pesar de las infraestructuras del lugar ninguna autoridad ha decido desarrollar el lugar.

Parte del malecón y el boulevard de Barahona.
Parte del malecón y el boulevard de Barahona.

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“Usted sabe cómo son las cosas en este país, que los gobiernos olvidan lo que prometen y los síndicos creen que con recoger la basura ya hicieron su trabajo. Mire aquí en la parte más bella de este sitio solo un grupo de gente cogiendo fresco en donde debería haber plazas de trabajo y esto lleno de visitantes”, dijo de manera muy emotiva Juan Antonio Amarante, motoconchista y expescador.

El sol cae  sobre el asfalto, bancos, árboles y las aguas del mar Caribe, la belleza del área es impresionante, pero también la inactividad de un lugar  diseñado por la naturaleza y con una ubicación geográfica tan envidiable que debería estar lleno de negocios y vida turística cotidiana, pero no lo está.

Un grupo de personas tomando fresco en los bancos del malecón de Barahona.

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El malecón de Bahorana, que ubicado dentro del litoral María Montez, construido en la avenida Enriquillo, con  una inversión de unos 350 millones de pesos hace una década, creó todo tipo de expectativas entre los barahoneros que esperaban tener un lugar   para divertirse, recrearse y ganarse la vida y hoy es solo una aspiración.

Casetas cerradas, algunas llenas de basura, gente tomando aire, una vieja embarcación corroída por el salitre y anclada en el abandono, que pareciera representar el estado actual de este hermoso lugar. Da lástima que los pueblos consigan construcciones y luego las autoridades las descuiden.

Jorge González

Periodista, fotógrafo, reportajista y editor fotográfico de El Nacional