Claro que no es agradable haber padecido de cáncer de seno. No. Pero lecciones de vida se sacan siempre de los momentos más difíciles, que hacen que se pueda ver el lado bueno de esta experiencia cuando eres guerrera y sobreviviente.
Son momentos de angustia en los que, además de buenos profesionales de la medicina, lo que más cura el alma es el apoyo y compañía de personas que te amen y se mantengan a tu lado de manera incondicional.
“Pensar que la vida es tan corta y te puede cambiar tan rápido y que por eso debes disfrutar cada momento, bueno o malo y vivirlo a plenitud, porque nunca sabes hasta cuándo estarás aquí”, son las palabras con las que Mayerling Fernández resume la experiencia positiva que sacó al vencer el cáncer de seno.
La esposa del conductor de televisión de Santiago, Francisco Vásquez, resalta la importancia de tener apoyo en esos momentos, pues ayuda a que la fortaleza interna no flaquee.
“Dices tengo fe y debo ser fuerte, porque tengo mucha gente querida que está luchando junto a mí para que todo salga bien. Ver mis hijas cada día me llenaba de más ganas de vivir para verlas crecer”.
Toda la familia de Mayerling se mantuvo dándole apoyo, su esposo se entregó por completo a su lucha junto a sus hijas, para que todo funcionara lo mejor posible. Su suegra la acompañaba a las quimioterapias, su hermana y amigos estuvieron cerca en todos sus procesos.
Ysabel Peña, periodista y sobreviviente de cáncer de mama, con metástasis en esternón y pulmones dice que este es uno de los diagnósticos más difíciles, “pero una vez a uno le toque debe enfrentarlo con fe. En mi caso lo más difícil fue pensar cómo lo tomarían mis hijos adolescentes, pero a la vez fue mi fortaleza para luchar contra ese enemigo sigiloso. Otro punto preocupante es la parte económica, pero se resuelve, no es pretexto para no luchar”, cuenta.
Resalta que la gente debería saber lo importante que es aunque sea una llamada, porque esta puede ayudar a levantar el ánimo. Ysabel tuvo el apoyo rotundo de su familia y amigos, lo que le dio una fortaleza que ella no sabía que tenía.
La periodista Mayra Contreras manifiesta en ese sentido que “es imprescindible contar con personas queridas que te hagan sentir lo importante que eres y que puedes salir adelante en esta dura batalla. Han pasado 17 años desde mi diagnóstico y cada día de mi vida debo dar gracias a Dios por la dicha de estar viva”.
Mayra contó con el apoyo de su familia y amigos a quienes agradece, pero resalta a su ginecóloga Jayne Cabrera de Domingo, el cirujano plástico, Julio César Peña Encarnación y el cardiólogo, Jorge Soto, por sus palabras de aliento y su apoyo, que hicieron que el camino fuera menos doloroso.
Quedaron en su mente las palabras de su amiga Reyna Días, luego de que le contara su diagnóstico: “las personas tenemos cinco dedos en la mano, si un día perdemos uno, por cualquier circunstancia, en un principio es difícil, pero con el paso del tiempo aprendemos a vivir sin él, y a darle mejor uso a los demás que nos quedan”.
