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Carta para Abinader

Carta para Abinader

Chiqui Vicioso

Tal y como se realiza desde hace más de diez años, el pasado 12 de octubre un conjunto de organizaciones convocó una actividad cultural denominada Jornada Anticolonial, en el marco de una serie de actividades que hemos llamado Octubre Cimarrón. Esta actividad, convocada por organizaciones como Guabance Viento y Agua, se celebra cada 12 de octubre para honrar el legado de lucha de los indígenas en contra de la colonización en nuestra isla, como nuestros héroes Caonabo y Anacaona.

El país ha visto con indignación cómo una turba violenta, encabezada por paramilitares de la organización trujillista y neonazi denominada Antigua Orden Dominicana (AOD) atacó la realización de esta actividad en el Parque Colón, en la zona colonial de la capital.

Pese a que existían amenazas públicas de violencia por parte de esa organización desde antes de la realización de la actividad, las autoridades no tomaron ninguna medida para prevenir la agresión y más bien pudimos ver cooperación entre integrantes de la Policía, la Dirección de Migración y los paramilitares.

Este grave hecho tiene que llamar a una profunda reflexión y al gobierno a una rectificación, pues lo que está bajo amenaza no es meramente un grupo de activistas sino el conjunto de los derechos y libertades del pueblo.

En la proclama de las organizaciones convocantes de la Jornada Anticolonial se expresa la perspectiva crítica de que la colonización no fue un encuentro cultural amistoso, sino que trajo destrucción y muerte a los pueblos originarios de la isla y del continente, destruyendo las culturas originarias.

En vez de celebrar acríticamente el día de la hispanidad o el día de la raza, consideramos que se debe reconocer que el encuentro entre colonizadores y los pueblos autóctonos fue un genocidio y un ecocidio.

Señor Presidente, fue un sencillo homenaje a Anacaona y los pueblos originarios, la acción performática que la AOD y otros grupos que reivindican a la dictadura trujillista se dispusieron a boicotear, agrediendo a las personas allí presentes. Lamentablemente este ataque no es algo nuevo o inesperado.

Desde hace años, diversas organizaciones y personalidades vienen advirtiendo sobre el peligro que representa para la sociedad dominicana el incremento de los discursos de odio racista, homófobo, misógino y antihaitiano por parte de grupos ultraconservadores y de ultraderecha y la impunidad de la que gozan estas organizaciones para realizar amenazas de muerte en contra de periodistas, activistas de derechos humanos, organizaciones de la comunidad domínico-haitiana, inmigrantes haitianos y feministas.

El pasado 12 de octubre, varias compañeras y compañeros fueron brutalmente golpeados, entre ellos Jehdy Vargas y Maribel Núñez.