Opinión Carta de los Lectores

CARTAS DE LOS LECTORES

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Cartas

Chivos expiatorios
Señor director:
La delincuencia es una realidad que nos afecta y que cobra cientos de víctimas, víctimas que no solo pierden sus vidas o pertenecías, también pierden su inocencia.
Este es el caso de personas a quienes miembros de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD), adjudican sustancias ilícitas o supuestos delitos cometidos con la finalidad de crearles fichas judiciales que manchen su registro y su conducta, haciéndoles dueños de culpas ajenas.
Lo que es aún más penoso es que la mayoría de estos chivos expiatorios son menores de edad que sin saber y sin buscarlo, luego se ven involucrados en actos delictivos de los que se enteran cuando miembros de la DNCD les apresa. Y, ¿quién les cree, si nuestro país está minado de jóvenes delincuentes? ¿Quién los defiende si sus familias son de escasos recursos y lamentablemente nuestras autoridades judiciales tienden a venderse a quien más ofrezca?
Mientras los verdaderos delincuentes están a sus anchas por doquier y a toda hora, miembros de la institución del orden pierden tiempo apresando a jóvenes inocentes, les inventan delitos, creándoles perfiles sospechosos y de ser comprobada su inocencia el proceso para eliminar la ficha es otro dolor de cabeza.
Las autoridades de la DNCD e instituciones afines deben tomar medidas al respecto, esta es una situación que mancha su credibilidad institucional y que afecta silenciosamente a muchos jóvenes no solo de la ciudad, también del interior del país donde estos casos son aún más frecuentes.
Acusaciones injustas y condenas inmerecidas, personas inocentes pagando por los delitos de otros. Ahí está la incógnita, ¿Quiénes son esos otros?
¿Serán acaso delincuentes de cuello blanco, narcotraficantes o superiores de la institución del orden que apañan delitos a cambio de beneficios? Podría ser, todo es posible en esta “bella isla”.
En los barrios y comunidades las familias están al grito, se sienten impotentes frente a estos actos abusivos en contra de inocentes. Ha de ser una vergüenza para una institución tener entre sus miembros a delincuentes vestidos de autoridad, gente que se presta para desvirtuar la realidad y se venda al mejor postor.

Atentamente,
Yesika Florentino
Periodista

El Nacional

La Voz de Todos