Por lo mejor

Señor director:

Enero es la puerta de entrada del 2020 y la antesala de un evento eleccionario de los gobiernos locales en todo el país, que abarca el Distrito Nacional, los municipios y los distritos municipales para elegir a los alcaldes, alcaldesas, sus respectivos vices, directores de distritos municipales y regidores de sus correspondientes demarcaciones. Debemos evaluar cada candidato.

Sus actitudes, sus antecedentes, su accionar público y en lo posible su conducta privada. Fuera de toda relación de trabajo, amistosa, familiar, religiosa, etcétera, debemos votar por lo mejor. Votemos con conciencia, limpio y saludable. Entre candidatos aceptables y buenos votar por lo mejor. No votemos por amiguismo, no cualquiericemos el voto y pensemos en la sociedad.

Esta es la oportunidad de lucírnosla. Castiguemos a los mañosos, a los irresponsables y perversos. Votemos reflexivo. No reelijamos a quien no esté muy probado, para que no cojan mucha confianza. Observemos con agudeza las calles llenas de basura aun en la ciudad capital.

No reelijamos a los síndicos que no cumplieron con el Presupuesto Participativo ni se ocuparon de la seguridad ciudadana, ni los que ignoraron la arrabalización de sus municipios o del D.N., castigo severo para síndicos y regidores que nada hicieron por el desarrollo de sus municipios y quieren volver para burlarse otra vez.

No votemos por el exsindico capitaleño que hipotecó el ADN para beneficiar a Juan Hubieres en la compra de flotillas de autobuses. La democracia prioriza la participación, la transparencia y el bienestar colectivo de los munícipes con derechos y con deberes, no para afianzar perversidades.

Volvamos a tener vergüenza y a reconocer que el que coge lo ajeno es ladrón, que no es un piropo sino una censura de color negro. Recuperemos los valores invertidos por nuestros gobernantes locales y nacionales. Volvamos a regidores honorables aliados de la comunidad, no de contubernio con los alcaldes.

Castiguemos a los corruptos, a los mafiosos, a los impunes y a los patrocinadores de estos males. Esta es nuestra oportunidad. Castigo a los mentirosos, a los que enajenaron lo bienes del pueblo y a los que nos avergüenzan. No suframos cargos de conciencia por votar mal. Tenemos el deber de votar, pero tenemos derecho a rechazar lo que menos sirve y lo más dañino. Votemos por lo mejor.

Atentamente,
Lic. Santiago Martínez