Margarita
Señor director:
¿Por qué doña Margarita, como candidata vicepresidencial del continuismo, no produce información, no teoriza, no participa en encuentros de su sector, no hace campaña sola y no comparece ante ningún medio de comunicación?
Quisiera saber dónde están los votos que le está buscando la primera dama a su compañero de fórmula.
Muchos nos preguntamos, qué le ha pasado a doña Margarita, la cual fue vendida como una mujer de grandes dotes y extraordinario talento, con quien el gobierno contaba para perpetuarse en el poder. La percepción es que la calle le ha salido dura.
No se le ve ni se le escucha. En cambio, hace un buen rato que el candidato vicepresidencial del Partido Revolucionario Dominicano, Luis Rodolfo Abinader Corona, como todo un Juan Sebastián, le ha dado la vuelta al país, recorriendo solito, palmo a palmo, el territorio nacional, en búsqueda permanente de los votos para Hipólito Mejía.
Fue Luis Abinader quien hace unos meses desafió a doña Margarita a un duelo público, para debatir incluso, temas que son del interés del sector al cual pertenece la señora del presidente, pero creemos que la dama no se dio ni siquiera por enterada.
Después que la primera dama tomó licencia en su despacho, solo es vista en los anuncios de promoción de la candidatura oficialista.
A Luis Abinader, como compañero de boleta de Hipólito Mejía, lo observamos rascarse con sus uñas, participando en marchas, caravanas, mano a mano por parajes, municipios y provincias, disertar en charlas y en programas de televisión. Es decir, haciendo una campaña sin contar con la sombra del candidato presidencial, porque de eso se trata, de sumar y buscar los votos que le hacen falta al candidato presidencial para ganar en primera vuelta.
Hay que reconocerlo, la candidatura de Margarita se ha desinflado en el tiempo. No quisiera decirlo, pero al carro de ella como que se le acabó el combustible.
Solo la hemos visto en el montón de gente, acompañada de Danilo en caravanas, donde van todos los funcionarios del gobierno, junto a la fanfarria del poder y los artífices de la campaña sucia y rastrera, pero nadie la ve comparecer por ante ningún medio.
Justipreciamos la labor que ha desplegado en el Despacho de la Primera Dama, la cual la hizo famosa, pero no popular.
Atentamente,
Nélsido Herasme
Santo Domingo