Por: Danilo Cruz Pichardo
(danilocruzpichardo@gmail.com).-

No sé si al momento de publicar este artículo la jueza que conoce el Coral, Kenya Romero, ha dictado medidas de coerción contra el general Adán Cáceres Silvestre, la pastora RossyGuzmán, entre otros acusados por el Ministerio Público de delitos criminales.

Independientemente de la decisión de la jueza otorgo crédito a las imputaciones formuladas por la Procuraduría General de la República a los civiles y militares, involucradas en ese entramado. Las pruebas argumentativas son irrefutables. Y las defensas de los encartados, por más retórica que exhiban, no tienen formas de justificar fortunas exorbitantes de sujetos que devengan sueldos modestos.

Como el espacio es limitado me resulta imposible citar los innumerables bienes de los procesados. Sin embargo, entre las propiedades de la supuesta pastora, figuran un establecimiento de expendio de bebidas alcohólicas y otro de préstamos onerosos, con bienes en garantía, los cuales quita compulsivamente, usando fuerzas militares, por falta de pago oportuno.

La defensa del general Adán Cáceres ha hecho énfasis en su condición de cristiano y de patriota. ¿Cristiano? Sí, lo aparenta, pero entre lo que predica y lo que practica hay un espacio abismal, conforme a las pruebas del Ministerio Público. ¿Patriota? Estuvo en Irak cuando Hipólito Mejía buscaba la reelección y envió tropas a ese país, haciéndose el gracioso con Georges Bush, a la sazón presidente de Estados Unidos.

El patriotismo descansa en convicciones, sentimientos, amor a la patria, no en participar en un despropósito por disciplina militar.

De todos modos, aunque sabemos que estamos ante una justicia peledeísta y protectora de la corrupción, estimo que guardarán la apariencia y las medidas de coerción dictadas por Kenya Romero variarían conforme a los delitos cometidos por cada uno. No encontrar elementos probatorios, pese a que están a la vista, sería un error, creando inclusive las condiciones de un levantamiento de la población, como en efecto ocurrió a raíz de las frustradas elecciones de febrero de 2020.