Editorial

Caso insólito

Caso insólito

Como insólito, extraño y desconcertante se define la denuncia sobre el “robo” en la madrugada de ayer de un avión del hangar del aeropuerto internacional Joaquin Balaguer (El Higüero), porque ese aparato despegó desde la pista de esa terminal sin ningún plan de vuelo, pero con el  obvio conocimiento o consentimiento de  algún funcionario o empleado.

El avión supuestamente sustraído es un Cessna, King Air 200, matrícula de Estados Unidos N871, propiedad del Grupo Punta Cana, que según  informe  volaba  en dirección sur, sin que se sepa si  las autoridades han podido  contactar  al piloto o tripulación de la nave.

No todos los días  alguien  se  roba un avión en un aeropuerto  internacional de mucho tráfico  que se supone  vigilado día y noche y peor aún, que  levante vuelo sin  autorización de la torre de  control.

El Cuerpo Especializado  de Seguridad Aeroportuaria (CESA) debe tener mucho que explicar, no sólo en  lo que debería ser  una investigación seria, profunda, sin exclusiones, sino para poder justificar el hecho de que  un avión sea robado de un aeropuerto internacional en propias narices de  las  autoridades.

Si por alguna razón  resulta que  el aparato no fue robado, entonces el escándalo sería mayor, porque  quedaría en evidencia que  el CESA ni ninguna otra autoridad  tiene  control efectivo de lo que ocurre o puede ocurrir en términos de seguridad en las terminales aeroportuarias.

Compete  al Instituto de Aeronáutica  Civil (IDAC) y a la Junta de Aviación Civil indagar    este insólito hecho y rendir un informe no contaminado, cónsono con la  espectacularidad que significa el robo de un avión y el asombro que  esa sustracción ha concitado en la opinión pública.

No es posible que  desde un hangar de un aeropuerto internacional como el del Higüero,  alguien se robe impunemente un avión, cuyo piloto o pirata logre despegar la nave sin que ningún controlador  siquiera se percate  de  que  esa nave carece de plan de vuelo.

Sea lo que sea que haya ocurrido, las autoridades del CESA, del IDAC y de la Junta de Aviación Civil tendrán que hablar muy claro, porque un caso insólito no puede mercadearse como un simple robo de un avión estacionado en una zona que se supone de altísima seguridad.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación