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Catalejo: Pseudología fantástica

Catalejo: Pseudología fantástica

Anulfo Mateo Pérez

(1 de 3) El comportamiento de mentir debe ser valorado con cuidado, porque en ocasiones no se trata de una simple mentira, sino de serios y complejos trastornos psicológicos, creando dificultades en las relaciones interpersonales, en el ámbito micro-social, macro-social y daño a los receptores de esos mensajes.

Existe la mentira ligada a la fantasía, donde estarían aquellas relacionadas con personajes o monstruos, mientras compensatorias, que son el reflejo de una carencia emocional en sujetos con otras patologías.

Es el caso de la falta de buenos resultados en el ámbito académico, inventaría que los maestros alaban sus intervenciones, dice obtener malos resultados por culpa de otros o inventan historias.

En cambio, la Pseudología fantástica, mitomanía o mentira patológica, tres distintas formas de calificarla en el ámbito de la psiquiatría para describir el comportamiento de mentir reiteradamente de manera compulsiva.

Esta patología psiquiátrica fue descrita por primera vez en la literatura médica en 1891 por el suizo Antón Delbrück, y desde entonces cobró interés en los investigadores y en la asistencia de las personas afectadas.

Se considera que la mentira es una conducta cotidiana del hombre y se considera como uno de los recursos más útiles para el que miente, pero deleznable, para conseguir lo que se propone de forma ruin.

Una mentira es una afirmación de cuya falsedad muchas veces sólo sabe quien la dice y que supone un intento de conseguir un objetivo predeterminado en su propio beneficio o para lastimar a otras personas.

En tanto, la mentira patológica, conocida como pseudología fantástica, es un cuadro clínico caracterizado por la continua fabricación de falsedades, y confabulaciones desproporcionadas con la realidad.