Editorial

Cerca y lejos

Cerca y lejos

A pesar de que República Dominicana se comunica con el mundo a través de una formidable red de telefonía, data y televisión, que posee modernos puertos y aeropuertos y que millones de sus súbditos residen en el exterior, preserva aún una cultura insular que literalmente aísla a sus gobernantes, clase política y población del universo continental.

El mundo es hoy una aldea global por cuyo entorno cruza todo tipo de información económica, social, política, científica, cultural o de cualquier índole, al punto que en cualquier recóndito de la tierra llega la noticia sobre el nacimiento de un oso panda en China o el inicio de la Primavera Árabe en Egipto.

La sociedad dominicana, para los fines de planificación del desarrollo del caudal de transferencias tecnológicas, del aprovechamiento del comercio mundial o captación de inversiones, vive aún el periodo histórico del Situado, cuando la población aguardaba hambrienta por la remesa que enviaba la Corona española.

De otra manera no se entiende por qué Gobierno, sector productivo, clase política y mentada sociedad civil no dirigen atención hacia lo que sucede hoy en el mundo y los posibles efectos que tales acontecimientos tendrían sobre el presente y el futuro dominicano.

Aquí no se presta atención al hecho de que la crisis financiera que conmocionó al mundo en 2008, aún persiste y que sus efectos tienen al borde de la quiebra a las economías de España, Portugal, Grecia, Italia e Irlanda, y que el Fondo Monetario ha reducido la previsión de crecimiento del PIB mundial.

Tampoco se toma en cuenta que el FMI redujo las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos, China, Brasil, Rusia e India y que la calificadora de Riesgo Fitch disminuyó la calidad de la deuda francesa de AAA a AA y que el Fondo Monetario expresó preocupación por la debilidad de la banca española.

No mucha gente entiende que todo lo que ocurre en tierra firme se refleja en el quehacer económico, político o social de esta “media isla”, incluido temas como la reforma migratoria en Estados Unidos, la crisis monetaria en Argentina, el golpe de Estado en Egipto, el conflicto de la península de Corea o la crisis causada por el impedimento a surcar espacio aéreo europeo del avión de Evo Morales.

Puede decirse que la sociedad dominicana se ubica muy cerca y al mismo tiempo muy lejos de su propia realidad, sin que gobernantes ni gobernados puedan entender que aún distante de los continentes, esta nación forma parte de la Aldea Global.

El Nacional

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