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Cientos personas se juntan mercado, no se observa el aislamiento social

Cientos personas se juntan mercado, no se observa el aislamiento social

En el mercadito de Villas Agrícolas, que funciona como subsidiario del Mercado Nuevo, la gente no ponía ni moverse. Jorge González

En la apertura hoy del Mercado Nuevo de la Duarte, luego de ser cerrado por una semana como medida preventiva contra el coronavirus, esta mañana el caos y el desorden se apoderaron de todo su entorno hasta el llamado Mercadito de Villas Agrícolas, donde el taponamiento vehicular se extendía por casi un kilómetro de la avenida Duarte.
Todas las calles de acceso a los dos mercados estaban taponadas y no se podía entrar ni salir a pie y mucho menos en vehículo, por lo que muchos quedaron atrapados por varias horas, y los pocos agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) que había no fueron capaces de ordenar la circulación vehicular.
A las 8:30 de la mañana solo una puerta se encontraba abierta en el Mercado Nuevo, ya que las autoridades militares y policiales que lo tienen intervenido por disposición de la Alcaldía del Distrito Nacional no se habían presentado a abrir las demás entradas, que en total suman ocho.
Al desorden imperante en el lugar se agrega el riesgo que corren comerciantes y compradores de contraer la pandemia, porque con la gran concentración de personas lo que parece es un semillero humano, donde no se puede ni caminar.
En ese centro de acopio de productos agrícola se violan todas las normas establecidas contra la enfermedad, como la mantener más de dos pies de distancias entre personas, sin embargo, sin embargo en este mercado no mediaba ni medio pie entre una persona y otra.
Mientras que las llamadas camionetas “plataneras” coparon las calles de entrada al Mercado Nuevo y al Mercadito de Villas Agrícolas, debido al caos existente en su interior.
Muchos mercaderes dijeron que es mejor que cerraran el mercado y no abrirlo en medio de semejante caos.
Cristina Vásquez, administradora de una estación gasolinera ubicada en la calle María Montez esquina Ovando, se quejó de la negligencia de los miembros de la Digesett para ordenar el tránsito, ya que las autoridades permitieron que los vehículos cerraran la entrada a su negocio.
“Las autoridades no sirven, lo que hacen es tapones”, se manifestó ruborizada la señora Vásquez.
En tanto que Carlos Mercedes, miembro de la Asociación de la Federación de Asociaciones de Comerciantes del Mercado Nuevo, favoreció las medidas implementadas por el cabildo contra el coronavirus, y atribuyó el caos a que el mercado duró siete días cerrado.

Domingo Berigüete

Periodista especializado en prensa jurídica y eléctrica