La frontera norte ha concitado la atención nacional a partir de la ejecución de tres miembros de una familia y de un amigo en Dajabón a manos de un grupo de delincuentes, la mayoría haitianos y por los intentos de desviar el rio Masacre para alimentar un canal de riego en Haití.

Ambos sucesos motivaron el cierre intempestivo de esa franja fronteriza por disposición del presidente Luis Abinader, quien dijo que al final de la tarde de ayer sopesaría su reapertura si son capturados los responsables del cuádruple crimen y se descontinúan los trabajos de desvió del rio.

La Policía informó ayer que otros dos presuntos participantes en esas ejecuciones, un haitiano y un dominicano, fueron abatidos por agentes de la institución en un enfrentamiento a tiros en la comunidad de Guayubín, donde un primer implicado fue muerto el mismo día de la tragedia.

Desde la frontera sur, donde encabezó la coordinación de una mesa de trabajo de proyectos turísticos en Pedernales, el presidente Abinader dio seguimiento a los sucesos en el lado norte relacionados con la persecución a homicidas prófugos, así como al intento de desvío del río Masacre, que tildó de ilegal.

Al alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, propuso la creación de grupos de voluntarios armados para patrullar comunidades de la provincia y enfrentar bandas de haitianos asentadas en la zona donde perpetran asesinatos y robos, lo que ofrece una idea de la desesperación ciudadana que ha concitado el auge de la delincuencia y criminalidad.

En contraste con Pedernales, donde ayer el jefe de Estado encabezó una mesa de trabajo sobre el cuarto polo turístico, en Dajabon, la población, consternada por el asesinato de cuatro personas, perpetrado por una banda de delincuentes, clama por garantía de seguridad y protección ciudadana.

De los siete individuos señalados por la Policía como autores de esa masacre, tres han sido abatidos en intercambios de disparos, uno apresado vivo, en tanto que se persigue activamente a otros tres, cuyos esfuerzos de captura incluyen el cierre de la frontera norte.

Ojalá que hoy se cumplan los objetivos que indujeron al Presidente a cerrar el paso fronterizo por Dajabón, que han sido lograr la suspensión definitiva de los trabajos de desvío del río Masacre y la captura de implicados prófugos en esas ejecuciones. Faltaría desalojar a las bandas que operan en la frontera.