Un comerciante pidió hoy al Ministerio Público que haga una investigación objetiva sobre su caso, tras asegurar que no ha cometido ningún delito para mantenerlo en prisión por alegada violencia de género.
Orlando Ramírez Medina, fue herido por la venezolana Mildred Alexandra Rivas Felizola, quien estuvo a punto de matarlo pero se encuentra en libertad.
“Me vi al borde de la muerte”, y lleva cinco meses preso en San Pedro de Macorís, sin que un tribunal conozca la revisión obligatoria de la medida de coerción que le corresponden por ley, denunció el comerciante.
El expediente del cual El Nacional posee copia, precisa que el hecho ocurrió el 18 de junio de 2020, en el condominio Diana del sector Hazim de San Pedro de Macorís, por este haber hecho un comentario que no fue del agrado de la mujer.
Sin embargo y un año y dos meses después Rivas Felizola interpuso una querella por supuesta violencia de género, después que la Unidad de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de San Pedro de Macorís presentará formal acusación por intento de homicidio, violencia doméstica o intrafamiliar.
Ramírez Medina dijo que no está pidiendo favores ni ayuda y que lo único que ha solicitado es que el Ministerio Público haga su trabajo, su investigación, objetiva, donde se encuentre la verdad de lo sucedido.
Denunció que el tribunal le concede todas las peticiones a Rivas Felizola, con la que sostenía una relación sentimental ocasional, y reiteró que ella estuvo a punto de matarlo y que ahora pretende extorsionarlo y chantajearlo para retirar querella en su contra, por lo que insistentemente ella presenta incidentes en los tribunales para dejarlo en prisión.