Por Marino Zapete.-
El periodista Marino Zapete no es monedita de oro. Su trabajo de orientación y denuncia no agrada a toda la sociedad dominicana y tiene un precio que ya ha pagado antes con cárcel, tramas e intimidación.
Combativo, firme en sus convicciones y documentado en sus denuncias, Marino Zapete es el tipo de periodista de combate que hace falta en una sociedad en la cual se verifican tantos intentos de enriquecimiento o manipulaciones con los dineros públicos.
Contrario a lo que se pueda creer, pienso que es muy positivo que se le haya sometido a la justicia, porque:
1- La judicial es la vía adecuada para dirimir diferencias y acusaciones.
2- Tendrá la oportunidad de demostrar la verdad de lo denunciado.
Zapete ha sido sometido a la justicia por la hermana del procurador general de la República, Mayberh Virginia Rodríguez, por denuncias que hizo hace dos meses sobre alegados favores que una empresa suya recibió para obtener contratos de compra de cemento asfáltico. ha emplazado al periodista para que demuestre en los tribunales, de manera pública, que son ciertas sus denuncias y pide que, en caso de que no las demuestre, que sea castigado con seis meses de cárcel y una multa de 5 millones de pesos por supuestos daños y perjuicios, en un proceso judicial fijado para iniciar el próximo 11 de diciembre.
Zapete ha pagado muy caro su actitud, al punto que ha sido expulsado de la televisión por las presiones indebidas de personajes que han actuado frente a los propietarios para que deje de ser escuchado y visto en la televisión estándar. Ahora le ha quedado solo la vía de la red de internet para llegar cada tarde a la gente con su Jarabe.
La oportunidad judicial para poner a prueba la denuncia de Zapete tiene valor por dos razones:
1-Podrá salir la verdad a partir de los documentos producto de una investigación que realizó un abogado y cuyos resultados parten de documentos oficiales obtenidos por vía de la Ley de Transparencia.
2- Pone a prueba la validez real de la libertad y el derecho a información en un país que se presta de respetarla.
La trayectoria de Marino Zapete, como piedrecilla incomoda en los zapatos de quienes tienen cuestiones que explicar, no es sencilla, pero él se ha cuidado de no inventar nada, de no insultar a nadie en lo personal, aún cuando pueda parecer atrevido, arriesgado y hasta personalmente ofensivo frente a las figuras que denuncia. Pero no es así.