Entumecidos por las oleadas mediáticas de malas noticias, llamo a celebrar la alegría. Hoy llamo a celebrar la gloria nacional.

Y exhorto a conmemorar el talento, el valor, la persistencia, la agudeza y la fuerza de esa gente que nos representa y que nos llena de orgullo.

Claro que las malas noticias, venden. Desde luego que el morbo, genera visitas y vistas. Producen muchos “likes”. Dan muchas menciones que se contabilizan con algoritmos que alguien, invariablemente, monetiza.

Pero…. ¿Y las buenas y grandes noticias… esas no tienen público? ¿Esos contenidos no son atractivos para editores de vista corta y ambición larga?

No se nos ocurre, para poner un ejemplo múltiple, vincular frente al ánimo nacional, estos cuatro nombres:
• David Ortiz: (Salón de la Fama Cooperstown, 2022)
• Reinas del Caribe: (derrotando a equipos de países “del primer mundo”)
• Albert Pujols: (despidiéndose como pocos dominicanos del beisbol, estableciendo récords para la historia)
• Soledad Álvarez: Premio Nacional de Literatura y Premio de Poesía Casa de América, 2022.
¿Cuál es el gusto de regodearnos en contenidos basura? ¿Cuál es la miopía ante la grandeza de cuanto somos?

Cito aquí a quienes su trabajo les reservó un puesto en la historia para conformar un variopinto panorama nunca antes expuesto de esta forma en una columna tan humilde como esta:
• Juan Luis Guerra
• Anita Pastor
• Eduardo Brito
• Junior Cabrera
• Bernardo Vega
• Manuel García Arévalo
• Juan Bosch
• Agliberto Meléndez
• Pedro Mir
• Rafael Solano
• José María Cabral
• Nathalie Peña Comas
• Hermano Alfredo Morales (más dominicano que muchos)
• Rafael Elías Muñoz,
• Pablo García, Waddy Jáquez (ambos responsables de la producción de Mariposas de Acero).
• Edith Febles,
• Huchi Lora,
• Nelson Carlo de los Santos

Y muchos otros que nos han de llenar de orgullo, de plena satisfacción al saber que tenemos gente que sabe acudir con dignidad al llamado de la vida, lista obviamente breve y limitativo que nos debe llamar a celebrar nuestra gloria, nuestra a veces ignorada trascendencia nacional.