El cenotafio a Rosa Duarte
Se han cumplido, el pasado 28 de junio, dos siglos del nacimiento de Rosa Duarte y Díez, quien vino al mundo en el sector Santa Barbara de Santo Domingo, en 1820, hija de Juan José Duarte Rodríguez y Manuela Díez Jiménez. Hermana de Vicente Celestino Duarte y de Juan Pablo Duarte, padre de la patria de República Dominicana.
Rosa Duarte y Díez es una de esas grandes figuras de la patria, irreconocidas en su aporte a la independencia nacional.
El presidente electo, Luis Abinader, ofrece desde ya, evidentes muestras de innovación en sus decisiones por lo que entiendo no habrá de vacilar para disponer el justo y merecido cenotafio a Rosa Duarte en el Panteón Nacional (el mismo sacro lugar patrio en el que increíble e irónicamente, permanecen los restos mortales del dictador hatero Pedro Santana, quien dispuso su destierro y el fusilamiento de decenas de patriotas independentistas).
Los restos de Rosa Duarte y Díez habían sido sepultados en la fosa # 1,428 del Segundo Cuartel del 77, en el Cementerio General el Sur, el 26 de octubre de 1888, en Caracas, Venezuela. Pero ya no son localizados. Esa fosa común fue objeto de una reconstrucción para crear nuevos espacios para tumbas. Fue la cronista que ha permitido conocer los detalles de la lucha libertaria que desarrolló su hermano Juan Pablo Duarte y gracias a ella contamos con un cuadro completo de las circunstancias, hechos y personas que incidieron en ese proceso.
Ella se integró a la Sociedad Secreta La Trinitaria para impulsar activamente a la lucha independentista: fue participante como utilera o como actriz en las obras teatrales que montaba, para hacer crecer la conciencia independentista. El historiador Emilio Rodríguez Demorizi la considera como la autora del «Nuevo Testamento” de la historia dominicana.
Junto a sus amigas, participó en las obras teatrales que se presentaban en el edificio de la Cárcel Vieja, situado al lado del Palacio de Borgellá, frente al Parque Colón, desde las que se creaba conciencia sobre la causa independentista. Con estas obras teatrales reunían recursos con el fin de comprar municiones y cubrir los gastos de la causa independentista dominicana.
El 26 de octubre de 1883 falleció en Caracas a causa de la disentería. Tan solo 2 años después de su muerte también mueren sus hermanos.
En su honor una de las principales calles de Santo Domingo lleva su nombre. La calle Rosa Duarte se extiende desde la avenida Bolívar hasta llegar a la avenida 27 de Febrero. Una de las estaciones de la línea 2 del Metro de Santo Domingo lleva el nombre de Rosa Duarte en su honor.