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Como cada domingo: Oración de Navidad

Como cada domingo: Oración de Navidad

José Rafael Sosa

Señor:

Ya es Navidad. La brisita (la verdadera, no la que nos invade con la persistencia del mercado televisivo), nos acaricia. Se siente la bajada de la temperatura.

Y nos dejamos invadir de su oleada de colores, sonidos y usos acostumbrados en el fin de año, pero me preocupa el que hayamos olvidado cuál es el origen de estas conmemoraciones.

Hoy de nuevo ante ti, tu obra y tu recuerdo.

Ya es Navidad. La brisita (la verdadera, no la que nos invade con la persistencia del mercado televisivo), nos acaricia. Se siente la bajada de la temperatura.

Hoy recuerdo tu nacimiento, origen de estas fiestas en la digna humildad de un pesebre para llegar a un mundo al cual traerías tu palabra, las buenas nuevas, como al efecto fue dada.

Ahora vivimos ese advenimiento tuyo a la vida terrenal mediante formas y rituales que no se si son exactamente dignos de tu palabra de liberación, de renacimiento.

Se me ocurre viajar en el tiempo para presenciar ese nacimiento en aquel lugar impensado para un ser de tu estatura y con tu misión.

Y se me ocurre pensar en las curiosas formas de celebración de este nacimiento, mediante el atentado contra nuestra salud mediante consumo de alimentos, a veces excedidos de azúcares y grasas.

Al recordar tu llegas al país, noto que hoy día celebramos tu llegada al mundo para liberarnos del pecado, con el consumo excesivo de bebidas estimulantes o alcohólicas, o ambas simultáneamente.

Veo como los seres a los cuales viniste a ofrecer una palabra de liberación, hemos optado por los caminos fáciles del consumismo.

Pero me niego a ser negacionista que desdiga de las presentes generaciones porque no todos celebramos tu venida al mundo, de la peor de las formas.

Hay gente que valida tu mensaje. Gente que ha entendido la finalidad del gesto que aporta la cruz como digno de redención de almas y vidas.

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Pero también observo la autenticidad en valores cristianos de tantas personas y familias que han sabido diferenciar las opciones y que han inclinado.

Siento que en esta Navidad y siempre, hay mucha gente buena y valiosa. Esa es la que debe ser ejemplo. Pauta que nos guía.

Gracias a esos que te hacen renacer en cada una de sus actitudes y acciones.
Amén.