Editorial

Conquista laboral

Conquista laboral

El Gobierno anunció la formalización del trabajo doméstico, cuyo salario mínimo será de 10 mil pesos mensuales, con jornada laboral de ocho horas diarias, salario de navidad, disfrute de vacaciones, así como la incorporación de los empleados en el régimen de seguridad social con aportes del Estado, empleador y trabajador.

La disposición oficial está contenida en tres resoluciones emitidas por el Ministerio de Trabajo, cuyo contenido fue dado a conocer durante una ceremonia encabezada por el presidente Luis Abinader, quien lo definió como un salto gigante en la configuración de un Estado de bienestar.

Se trata del primer esfuerzo por formalizar a la población de trabajadores informales que supera el 50 % de la mano de obra ocupada en República Dominicana, aunque en el caso de las empleadas domésticas equipara a los hogares en las mismas condiciones que las pequeñas y medianas empresas.

Se aprobó la creación de un plan piloto para incluir a los trabajadores domésticos en el Sistema de Seguridad Social, bajo el Régimen Contributivo Subsidiado, que conllevará un aporte mensual de 859.43 pesos, de los cuales el empleador deberá aportar RD$571.50, el Estado RD$259.43 y el empleado RD$28.50.

Se estima que unos 245 mil trabajadores, el 92 % mujeres, se beneficiarán con la formalización del trabajo doméstico, sin que se pueda estimar por el momento la cantidad de servidores que serían cesanteados por empleadores que no podrían cumplir con la nueva normativa laboral.

No será fácil para miles de familias involucrarse en áspera burocracia, propia de unidades productivas, para cumplir con requisitos que se inician por la formalización por escrito del contrato laboral que debe registrarse por ante el Ministerio de Trabajo, además de inscribir al empleador en la Tesorería de la Seguridad Social.

Son muchas las trabajadoras domésticas que duermen en los hogares donde laboran, por lo que habría que reglamentar cómo se contabilizaría el tiempo superior a las ocho horas reglamentarias que permanecerían en su lugar de trabajo.

Aunque se requiere precisar muchos aspectos sobre la formalización del trabajo doméstico, más aún si se toma en cuenta que el empleador es una familia y no una empresa, se resalta como una gran conquista laboral que esas valiosas servidoras sean dotadas de seguro de salud, de riesgo laboral y disfrute de vacaciones, entre otras reivindicaciones. El tiempo dirá.

El Nacional

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