El presidente Danilo Medina ha procedido con la suficiente cautela, es justo reconocerlo, al consultar a distintos sectores antes de abocarse a una decisión sobre la reapertura de la economía. Escuchar el parecer de empresarios y sindicalistas ha sido un paso importante, aunque lo sería más si también consulta a la clase médica sobre el protocolo a observarse sobre una decisión tan polémica. La desesperación de diferentes sectores que presionan para que se reanuden las actividades productivas no debería, en modo alguno, empujar a una decisión precipitada. En muchos países en que se han relajado las restricciones el virus ha repuntado. De la misma manera que ha consultado a distintos sectores el Presidente tiene, a la hora de tomar una decisión, que también ponderar las advertencias de los organismos internacionales para evitar que el remedio sea peor que la enfermedad.