Después de afirmar que el PLD está abierto a una alianza con cualquier organización, menos con el PRM, Abel Martínez no ha dejado de sorprender con su rechazo a un eventual acuerdo con Fuerza del Pueblo y las duras críticas a su líder y candidato, el expresidente Leonel Fernández.

Martínez expuso razones personales y no políticas al descartar un eventual arreglo entre los dos partidos, responsabilizando a Fernández de que el PLD perdiera el poder en las elecciones de 2020 a través de un supuesto pacto que formalizaría con el PRM, gracias al cual Fuerza del Pueblo alcanzó varias senadurías y alcaldías.

Martínez también culpó a Fernández de debilitar al PLD a través de la sonsaca de militantes.

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Pero en un momento en que por lo menos una firma encuestadora acreditada les otorga al PLD y Fuerza del Pueblo un 51% en conjunto en la preferencia del electorado la reacción del candidato peledeísta tiene que causar extrañeza.

No hay que ser ningún experto para entender que el momento mandaba algún guiño entre los dos partidos, pero en modo alguno un blindaje fronterizo.

El candidato de Fuerza del Pueblo se ha defendido de los señalamientos con la aclaración de que en ningún momento ha planteado una alianza con el PLD, sino que lo que propuso fue un frente opositor contra el PRM.

Pero la verdad es que Martínez, aunque insiste en que su partido ganará la próxima contienda, alteró el panorama al descartar desde ahora una alianza del PLD con Fuerza del Pueblo.