El río Ozama ha inundado 527 viviendas y ha desplazado 1,837 personas, que han sido reubicadas en centros educativos, comunitarios, iglesias y casas de amigos, en el sector La Barquita, Santo Domingo Norte. Los afectados, que comenzaron a dejar sus viviendas inundadas por la crecida que ocasionada por las lluvias registradas el domingo, fueron reubicados por dirigentes comunitarios y miembros de la Defensa Civil en escuelas e iglesias, carecen de alimento y agua, por lo que piden a las autoridades y a instituciones caritativas que les lleven comida cruda, agua, chocolate, leche, pan y pampers para los niños y otros artículos.
Según el levantamiento hecho por los dirigentes comunitarios, esta mañana en La Barquita había 527 viviendas inundadas. Con la crecida del río Ozama muchos tuvieron que dejar sus ajuares y solo cargaron con sus hijos y los colchones para buscar albergue en las casas de amigos y familiares, así como en los citados centros del sector, donde el agua del río todavía no ha llegado.
La dirigente comunitaria Francisca Moquete explicó que desde antier el río comenzó a inundar las viviendas y que los comunitarios comenzaron a reubicar los afectados. Dice que la comunidad está preocupada porque a medida que calienta el sol comienza a subir el nivel del río.
Explicó que las familias afectadas han sido llevadas la Escuela Laboral, que acogió 18 familias y 38 personas, en la Capilla San José, que acoge 23 niños y 21 adultos, la Iglesia Buen Pastol, así como en otros centros.
“El agua solo me dio tiempo a sacar la camita y tuve que dejar todo, ahora solo estamos a la espera de que el Gobierno haga algo por nosotros y nos saque de aquí”, dijo Malta Monción una de las refugiadas, en la Escuela Laboral que alberga 18 familias.
Nicolás Benavides, dirigente de la Junta de Vecinos La Milagrosa, dijo que ayer el río comenzó a crecer mucho. Dijo que por el momento lo que quieren es que les den asistencia alimenticia, ya que el Gobierno tiene un proyecto para reubicar a los residentes del sector La Barquita. José Manuel Encarnación, uno de los afectados y miembros de la citada junta de vecinos, explicó que solo en el barrio La Lata, de La Barquita hay alrededor de 80 viviendas inundadas.
Luis Manuel Lara es otro que tuvo que dejar su vivienda y pernoctar en una camioneta desde antenoche cuando las aguas del río comenzaron a entrarse a las viviendas en los alrededores del río Ozama. Dice que cada vez que comienza a llover, La Barquita se convierte en un infierno, porque en cualquier momento el agua entra a la vivienda.
“Yo tuve que amanecer en una guagua, porque mi casa tuve que ponerle candado y salir”, dijo Lara. Recordó que cuando la tormenta Holga salieron dos cocodrilos del río, lo que creó una gran alarma a los residentes del sector. Lara pidió a las autoridades que busque una solución inmediata al “infierno que están viviendo los residentes de La Barquina”.
Sacan agua en latas
En algunas de las viviendas menos afectadas, la gente tiene que sacar el agua de la casa con cubetas y latas. Muchos con el temor de que les roben los ajuares que poseen, prefieren dormir en la calle desafiando el agua, el frío y los mosquitos, que allí atacan.
UN APUNTE
Amenaza
El río Ozama se convierte en una amenaza para los habitantes de La Barquita, cada vez que llueve mucho, ya que el sector está ubicado a la orilla del río y cada vez que crece la gente que vive en el entorno tiene que abandonar sus viviendas porque se inundan.