En su consagración como obispo de San Francisco de Macorís, Ramón Alfredo de la Cruz Baldera exhibió una apertura que se corresponde con la esencia del evangelio.
Tras señalar que será el obispo de los pobres y de los ricos, el religioso destacó que estará siempre dispuesto a dialogar y escuchar a todos los sectores, incluyendo el movimiento feminista, el grupo LGTBIQ y los anarquistas.
De la Cruz Baldera significó que en esos sectores hay mucha gente buena y bien intencionada, al tiempo de señalar que su ejercicio pastoral será inclusivo y abierto sin importar rango político, económico y social.
Las credenciales del también rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra no pueden ser más auspiciosas en un momento en que se tienen que desterrar el odio y las malquerencias en beneficio de los intereses nacionales. De la Cruz Baldera asume un noble compromiso.
