Por: Euclides Gutiérrez Félix
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Juan Pablo Duarte
Ayer se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte que ocurrió el 26 de enero de 1813. A Juan Pablo el destino escogió y lo señaló para que en el devenir histórico de lo que era la nación dominicana, jugara el importante papel histórico y político de su realidad, hasta años posteriores a su nacimiento, protagonista de un proceso que a grandes rasgos es importante enumerar. La génesis de la nación dominicana, en realidad histórica, nace cuando Caonabo y Mairení asaltaron el Fuerte de “La Navidad”, construido por Cristóbal Colón en la parte noroeste de La Española, asaltaron, incendiaron y liquidaron la dotación que había allí, dejada por el gran marino genovés enviado por los Reyes Católicos de España. Años después, a fines de 1519, se inició el levantamiento de Guarocuya aborigen transculturizado que recibió el nombre de Enrique.
Años después del inicio de la insurrección de Enriquillo en 1522, en Nigua, se produjo el levantamiento de los negros Wellofes que fue la primera rebelión de negros esclavos en América y en el mundo y esa rebelión, exterminada a sangre y fuego, siguieron otras de negros esclavos encabezadas por Juan Vaquero, Diego Guzmán, Diego de Ocampo y Sebastián Lemba, la más poderosa de todas. Años después a mediados del siglo XVII, en 1655, los criollos españoles blancos, mulatos y negros, derrotaron las tropas inglesas de la expedición de Penn y Venables, enviadas por Oliverio Conwell para apoderarse de la isla de Santo Domingo. De la victoria de esos criollos españoles se inició el proceso de consolidación o verdadero origen de la nación dominicana. Después vendría la batalla de la Sabana de Limonada en 1651, y más tarde en 1808 la batalla de Palo Hincado, donde se dio la primera carga al machete de la historia americana.
Después de Palo Hincado en 1822, Juan Pedro Boyer, unificó la parte Oriental de la isla con el conglomerado humano llamado pueblo haitiano, con los habitantes españoles dominicanos que tenían las expresiones más importantes de unificación como nación: idioma, costumbres y hábitos de vida y religión, ocupando un espacio geográfico con no más de 125,000 habitantes. Fue en ese escenario humano, social y geográfico que Juan Pablo Duarte en 1832, con 19 años de edad, al regreso de un viaje a España en cuyo escenario tuvo una estadía de no más de 3 años, inicio su admirable labor de proselitismo, convencido de que los dominicanos no aceptarían por mucho tiempo el yugo al que estaban sometidos por el gobierno de Boyer. Esa fue la demostración, absoluta e incuestionable, de la conciencia patriótica de Duarte y de su extraordinario instinto político.
Ese valiente, coherente, clandestino y temerario trabajo, para crear una conciencia revolucionaria anti haitiana es lo que le da meritos extraordinarios para ser reconocido, no como el fundador de la patria, ni creador de la nacionalidad dominicana; Juan Pablo Duarte fundador del primer partido político de la nación, lo que fue ha sido y será, ojala que por siempre, eternamente, el Fundador de la República que lleva el nombre de dominicana: Honor y Gloria a Juan Pablo Duarte y en él, a sus compañeros patriotas que hicieron realidad el destino de lo que es hoy nuestra patria autentica, gloriosa e imborrable .

