Articulistas Opinión

¿Cuándo despertaremos?

¿Cuándo despertaremos?

Fernando De León

Que arribáramos al 2023 sólo significa que hay un nuevo enero y año, en el inexorable paso de las calendas. En República Dominicana, no se registrarán cambios trascendentales a favor de los desposeídos.

El pueblo dominicano seguirá envuelto en una bruma socioeconómica y política, en la que prevalece el ingrediente de un supuesto cambio como parte de la post-verdad. En esto último, se afincaron quienes nos gobiernan.

Pero continuará su curso lo mediático y el elitismo. Y ahora se suma un torpe academicismo, que no ha dado la talla, y margina a los verdaderos militantes y simpatizantes del perremeísmo. Para nosotros, hasta ahora, sólo en 1978, hubo un gobierno que se asemejó a un cambio.

A pesar de que el mandatario ha dicho que República Dominicana es “un oasis de paz”, lo que se percibe es una inmovilidad y ausencia de justas convulsiones, que fortalecen a empresarios y oligarcas, en desmedro de las masas hambreadas.

Al margen de un crecimiento macroeconómico, Abinader, simplemente, ha hecho lo que le correspondía a cualquier gobernante. Sí, porque el opositor sustituto de Danilo Medina, estaba compelido a establecer otro perfil de gobierno.
En otras palabras, el actual mandatario aunque sea trastabillando ha conformado una gestión más o menos decente; pero no ha hecho nada extraordinario. No le queda de otra. No es un pontífice, y mucho menos exorcista.

Tal vez debamos preguntarnos: ¿cuándo despertaremos los dominicanos? Hace mucho tiempo que estamos narigoneados. Y sucede que, para mantener un clima de tranquilidad, el pobre pueblo seguirá ajustándose a las medias tintas.