Editorial Opinión

Cueste lo que cueste

Cueste lo que cueste

Ante el inusitado rebrote de delincuencia y criminalidad, al Gobierno no le queda otro camino que el de enviar contingentes militares a las calles para acompañar a la Policía en el patrullaje, como lo ha dispuesto el presidente Luis Abinader, con la advertencia de que se garantizará la seguridad ciudadana “cueste lo que cueste”.

El mandatario acudió ayer a la sede de la Policía donde sostuvo un encuentro con el Consejo Superior Policial y en cuya explanada exhortó a quienes llevan intranquilidad a las comunidades a entregarse a las autoridades porque de lo contrario serán buscados donde se encuentren.

La decisión presidencial parece acorde con el incremento de homicidios, atracos, asaltos perpetrados por bandas de delincuentes que afloran en barrios y sectores residenciales del Gran Santo Domingo, Santiago, La Vega, Moca, Puerto Plata, La Altagracia, San Cristóbal, Baní y otros municipios.

Entre los sucesos más relevantes vinculados con el auge de la delincuencia figuran el asalto a una estación expendedora de gas, la muerte durante un enfrentamiento con la Policías de cuatro supuestos integrantes de una banda en el sector La Ciénega y el atraco a un autobús repleto de trabajadores en Santiago.

Se admite que las patrullas mixtas no representan una misa de sanación para el tipo de implosión delincuencial que padece la ciudadania, pero ante tal desbordamiento de crímenes y delitos se requiere de inyectar personal militar para enfrentar bandas de fascinerosos que han asumido el control de las calles.

Durante el mes de mayo se reportaron al menos la muerte de más de diez personas, incluidos agentes y oficiales policiales a manos de atracadores o asaltantes así como de once supuestos delincuentes.

Se resalta que el Gobierno ha entendido que el programa de reforma policial en sí mismo no representa la cura para la convulsión social que causa el incremento de la violencia y la criminalidad, por lo que el remedio inmediato tiene que ser el desalojo de los delincuentes de las calles.

Sin incurrir en violaciones a derechos humanos y con la prevención como herramienta básica para garantizar tranquilidad y sosiego, queda claro que conforme a la disposición presidencial, con patrullaje policiaco militar las autoridades tienen desde ayer mismo el compromiso de garantizar la seguridad ciudadana “cueste lo que cueste”.

El Nacional

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