El presidente Danilo Medina afirmó hoy que sorprenderá a los incrédulos con los nuevos proyectos que implementará. Guillermo Burgos
El presidente Danilo Medina calificó hoy de lamentable y bochornosa la falla en el sistema de voto automatizado que provocó la suspensión de las elecciones municipales el 16 de este mes y afirmó que ese hecho provocó una indignación colectiva en el país.
“Todos estamos indignados”, manifestó el jefe del Estado en su discurso de rendición de cuentas ante la sesión conjunta de las cámaras legislativas en el Palacio del Congreso Nacional.
Medina dijo que está comprometido con el esclarecimiento de esa situación y que aportará el respaldo indispensable para que se produzca una investigación independiente y rigurosa.
El jefe del Estado se identificó con los sectores nacionales que reclaman la verdad “sin cortapisas ni restricciones”.
La investigación
El mandatario indicó que pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Internacionales (UNIORE) y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) una investigación sobre los hechos que indignaron al país el domingo 16 de este mes, para darle credibilidad.
“Debe ser una investigación completa, que no deje nada sin escudriñar y que saque a la luz pública todo lo que resulte de esa investigación”, dijo.
Medina habló ante los legisladores, funcionarios civiles y militares, representantes del cuerpo diplomático y consular, así como de los organismos internacionales acreditados en el país.
El presidente consideró que el resultado de ese experticio debe devolver a los dominicanos la confianza en las elecciones del 15 de marzo y el 17 de mayo.
Mientras el mandatario hacía su rendición de cuentas a través de una cadena de radio, televisión y redes sociales, pasaban imágenes de las obras ejecutadas por el Gobierno en los últimos años. “Sorprenderé a los incrédulos con los nuevos proyectos en los próximos seis meses”, manifestó Medina.
Sacrificio
El presidente Danilo Medina recordó el sacrificio y el arrojo de los hombres y mujeres que hicieron posible la liberación de la patria del yugo haitiano, el 27 de febrero de 1844 y agradeció al país la oportunidad de gobernarlo durante los últimos ocho años, en dos períodos consecutivos.
