Si Abel Martínez resultase candidato de la oposición en las próximas elecciones y perdiese; sería un perdedor más y no sería en nada trágico, en un político joven, que todavía podría tener un futuro promisorio.
En contraste, si el perdedor fuera Leonel Fernández, de ser el candidato opositor, devendría en una derrota mayúscula, y por demás deplorable; cuasi una tragedia política.
Y como el pueblo dominicano es tan veleidoso, en lo político, podría ser que en los tres meses restantes para ese certamen, en caso de que sea Fernández el contendor del presidente Luis Abinader, los votantes lo “ridiculicen” con una pobre votación.
Aunque también especulemos, podríamos deducir -todo es posible-, que si Martínez fuera el candidato presidencial por la Alianza Rescate RD, quedaría mejor parado que el líder de Fuerza del Pueblo (FP).
Siempre entendiendo que, aparte del clientelismo y los delitos electorales, el pueblo dominicano, en lo político es un tanto inefable; podría ocurrir que la tasa de rechazo del exmandatario creciera aún más. Sucedería que los que sufraguen no voten por quien ha hecho un papel tan desafortunado en los últimos tiempos.
Podría darse una coincidencia de sicología de masas entre los votantes, y no votar como se esperaba por un candidato que, tras la derrota de sus acólitos pronunció un pobre discurso en el que dijo que el PRM ganó por una “inducida abstención”.
El pueblo despreciaría más como candidato a una figura de la estatura política de Leonel Fernández. La gente no votaría contra el que esgrimió un discurso como si fuera un novato en las lides políticas. Entendemos, y esta es otra especulación, no los harían en demasía por quien ha lucido mal en un breve análisis poselectoral. Además, se entendería que el Leonel de ahora es un perdedor; que su estrella ya no es fulgurante. Que en el menor de los casos ya no tiene facultades para, en el futuro, asesorar a un presidente, a ningún funcionario, ni a político dominicano alguno.