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El próximo 26 de julio se cumplen cien años del nacimiento del extraordinario pensador y militante político, martiniqueño, Frantz Fanon. Psiquiatra, tuvo el privilegio de tener como profesor de literatura a su compatriota, el poeta Aimé Cesaire, de quien recibió además las primeras orientaciones políticas.

Adolescente, se enlistó con el ejercito francés en la lucha contra el nazismo, lo que le ganó una beca para estudiar en la Universidad de Lyon donde se especializó en Psiquiatría. Después de graduarse se trasladó a Argelia, como director médico del Hospital Psiquiátrico de Blida-Joinville, con más de 2,000 pacientes en terribles condiciones.

Militante clandestino por la independencia de Argelia, tuvo que exiliarse en Túnez, donde funda el primer hospital psiquiátrico de día en Africa, convirtiéndose en el estratega y teórico de la revolución africana y portavoz en todo el continente, del Gobierno Provisional de la República de Argelia. Es su experiencia como psiquiatra lo que le impulsa a escribir “Piel Negra, Máscaras Blancas”, donde diagnostica los síntomas patológicos del racismo, proceso de alienación donde todos se apresuran a parecerse al blanco, sumidos en una angustia identitaria.

A diferencia de los ideólogos de la Nación Negra, Fanon antepone la revolución social, su lucha por una sociedad sin opresores ni oprimidos, donde se aceptan las diferencias. Antes de morir de leucemia, a los 36 años, ese revolucionario caribeño, escribió Los Condenados de la Tierra, donde demuestra que la barbarie colonial no está solo en las masacres genocidas, sino en la imposición a los pueblos y razas colonizados de una dependencia servil y humillante, o lo que el educador Paulo Freire denomino “la internalización del opresor por el oprimido que legitima su esclavitud”.

Libro de cabecera del Che, Lumumba y Nelson Mandela, “Los Condenados de la Tierra” se ha convertido también en la Biblia para Ibrahim Traoré, presidente de 34 años de Burkina Faso, nombre que en español quiere decir “tierra de hombres erguidos”. Traoré, anunciado por astrólogos y videntes a nivel mundial, como el líder que esperaba la humanidad para comenzar a descontaminarse, ha ganado notoriedad universal en todas las comunidades africanas de Europa, USA, Brasil y el Caribe. En la ONU su discurso comenzó, y cito:
“Hemos cargado con el peso de una narrativa que no escribimos, una historia que nos fue impuesta, que nos decía que eramos inferiores, que nuestra civilización era inexistente antes de la llegada de los europeos y peor aun, que eramos cómplices de nuestra propia subyugación…que vendimos a los nuestros, mentira diseñada para romper lazos del Africa con sus hijos. La mayoría de los reinos africanos resistieron valientemente la trata… Africa puede haber guardado silencio, pero no ha olvidado”.

¿Por fin?