Editorial Opinión

De mal en peor

De mal en peor

Haití vuelve a probar del acíbar de la tragedia con la muerte de al menos 61 personas por la explosión de un camión cisterna con combustible en la ciudad de Cabo Haitiano, donde los escasos hospitales no dan abasto para atender al elevado número de heridos que provocó el accidente.

El primer ministro, Ariel Henry, quien viajó ayer a la zona de desastre, adelantó que se instalarán hospitales de campaña, en tanto que agencias de Naciones Unidas (ONU) enviarán equipos de emergencia médica, medicamentos y otros materiales para el tratamiento de personas con quemadura.

La explosión de ese camión cisterna se produce en momentos en que Haití sufre acentuado desabastecimiento y carestía de combustibles a causa principalmente de las bandas armadas que impiden su distribución hacia las estaciones de expendio.

El vicealcalde de Cabo Haitiano, Patrick Almonord, dijo que el camión sufrió un vuelco en la madrugada del martes en una barriada de esa ciudad y estaba siendo saqueado por más de un centenar de personas cuando se produjo la explosión. Por diversas razones o circunstancias, algunas impredecibles, Haití va de mal en peor.

Muy merecido

Los dominicanos residentes en el exterior se han hecho merecedores de los incentivos en su favor anunciados ayer por el presidente Luis Abinader, entre los que figura patrocinar 22 vuelos desde Nueva York y Nueva Jersey con valor del boleto de no más de 500 dólares.

El mandatario dispuso también el reembolso de los diez dólares de impuestos que deben pagar al ingresar a territorio dominicano, en tanto que la Dirección de Aduanas dispuso exonerar del pago de arancel mercancías que traigan esos viajeros por hasta cuatro mil dólares.

Los vuelos con precios especiales transportarán ida y vuelta a unos cinco mil dominicanos entre el 21 de diciembre y 14 de enero, lo que seguramente motivará que miles de compatriotas preparen maletas para viajar en Navidad y Año Nuevo.

Las remesas de los dominicanos residentes en el exterior superarán este año los diez mil millones de dólares, lo que representó una contribución esencial a la recuperación de la economía. La canasta de incentivos debería contener también garantía de seguridad ciudadana y control de la inflación. Lo merecen.

El Nacional

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