Una pareja de esposos, propietaria de una inmobiliaria denunció que Jurisdicción Inmobiliaria del Distrito Nacional permitió a un banco la aprobación de una hipoteca sobre un inmueble que tenía oposición, ya que hay una litis en proceso.
En visita a la redacción de El Nacional Ofelia Guerra y Amable Trujillo, de la inmobiliaria APSA, explicaron que el apartamento en cuestión, valorado en 10 millones de pesos, les fue adjudicado junto a otra propiedad, que vale unos 30 millones. Dijeron que apelaron el fallo y están en espera del veredicto de la Suprema Corte de Justicia.
Al cuestionamiento del caso la referida corte respondió que es necesario que se haga una solicitud de investigación al Consejo del Poder Judicial.
Guerra y Trujillo se quejaron de que las anormalidades y retrasos de Jurisdicción Inmobiliaria permitieron la erogación del préstamo a la compradora final del inmueble.
“Nosotros hicimos en Jurisdicción Inmobiliaria una advertencia a terceros en diciembre de 2013, en donde ningún tercero podía comprar ni hacer hipotecas en base a esos inmuebles. Encima de eso el abogado de nosotros abrió un proceso, hizo otra observación a los títulos, una litis sobre terrenos registrados. Con esas dos observaciones que tenían los títulos el Nueva Scotia cedió un préstamo de cuatro millones y medio”, dijo Guerra.
Aseguraron que la adjudicación fue en favor de dos personas a las que identificaron como Rosa Aurelina Núñez y José Bautista Javier a quienes ellos habían acusado de fraude porque alegadamente les vendieron en 2004 un terreno con título falso, pero que el proceso legal terminó con la adjudicación de los terrenos porque APSA debía el 20 por ciento del valor del solar valorado en ocho millones de pesos.
“El abogado de nosotros no fue (a una audiencia) y dieron un hipoteca definitiva, nos adjudicaron dos propiedades que eran la casa de nosotros que vale como 30 millones de pesos y otra propiedad que vale como 10 millones… no compensa la deuda, era una deuda de 78 mil dólares”, se quejó Guerra.
La pareja presentó copias de certificaciones del estado jurídico del apartamento que les pertenecía, el B4 del residencial Balcones de Luz Aida, ubicado en la Ciudad Universitaria, emitidas el 25 de febrero, el 13 de marzo, y el 14 de mayo de este año. En el último de estos indica que Bautista Javier y Núñez Álvarez le vendieron el apartamento a Belkys Martínez el 24 de enero de 2014 e inscribieron el documento el 14 de febrero y lo asentaron el 28 de febrero.
El certificado dice que la primera advertencia fue el 11 de diciembre de 2013, inscrita el 12 de diciembre de ese año y asentada en el libro RC1162 el 12 de febrero de 2014.
“Estando un inmueble registrado con advertencia lo obviaron y obtuvieron préstamo ilícito, porque teniendo una advertencia un banco no puede dar un préstamo”, destacó Trujillo.
