Opinión

Derecho a réplica

Derecho a réplica

Elvis Valoy‏

Hace unas semanas, y mientras retornaba de hacer diligencias en aras de la liberación de mis pertenencias para trasladarla a otro lugar a donde fui enviado recibí mensajes de familiares y amistades residentes en República Dominicana, preocupados por la mención de mi nombre en un programa de televisión, cuestionando mi honradez como servidor público.

Sin perder tiempo llamé a las oficinas de dicho programa, y allí se me inquirió sobre mi número de teléfono, para devolverme la llamada. Di inmediatamente mi número, al cual nunca se me llamó.

En mi llamada le dije que había un error en su información, y que a pesar de que fui de los pocos que salió “bien parado” del reportaje de marras, argumenté que el solo hecho de aparecer mi nombre en la crónica, era una manera de denostarme, por lo que le enviaría toda la documentación que demostraba su error.

Envié documentos y vídeos al espacio como prueba de la injusticia que se cometió conmigo, todo eso a pesar de que ese medio cuenta con pruebas del trabajo que hago a diario, y que nunca se dignaron en presentar a través de su plataforma mediática.

El cacareado “derecho a réplica” que siempre se hace referencia como tótem de la comunicación, me fue negado (¿periodismo?), quedando mi nombre vapuleado en medio de un circo en High Definition.

A pesar de todo, mi mayor satisfacción fue ver que los primeros en poner en tela de juicio la inclusión de mi nombre en el reportaje fueron mis amistades y familiares, que conocen qué hago, dónde vivo, mi salario, en síntesis toda mi vida. Ese reconocimiento ha sido el mejor obsequio que me ha dado la vida.

El Nacional

La Voz de Todos