El Día Internacional de la Mujer unió a ciudadanas de América, Europa y otros continentes en la defensa de sus derechos, la igualdad de género, contra la impunidad y la violencia machista.

Lo mucho que avanzado la mujer en la política y la economía no ha sido suficiente para eliminar lacras que todavía la colocan en segundo plano, además de convertirlas en víctimas de discriminación. Y lo que es peor todavía, conquistas alcanzadas por las mujeres son amenazadas por regímenes con perfiles autócratas, entre los que bien pueden citarse los de Argentina y El Salvador.

El 8 de marzo sirvió para que las mujeres demostraran con grandes movilizaciones que no solo están conscientes de sus derechos y necesidades, sino de que están dispuestas a defenderlos.

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La movilización en España fue apoteósica.

Decenas de miles de mujeres se concentraron en Madrid, Barcelona y otras ciudades para clamar igualdad de derechos y solidarizarse con las palestinas que además de los bombardeos sufren todo tipo de calamidades.

En Argentina, las feministas advirtieron al Gobierno que están dispuestas a luchar hasta el final antes que dejarse arrebatar derechos propios de la igualdad de género.

Los comunicados de diferentes organizaciones fueron parte de las expresiones con que las mujeres se expresaron en una fecha tan simbólica.

Los feminicidios y la violencia son la sombra más visible que por aquí acentúa la desigualdad entre hombre y mujer.