La lógica más elemental descalifica los argumentos de la directora de Persecución, Yeni Berenice Reynoso, en el sentido de que el exprocurador Jean Alain Rodríguez paga abogados para que dilaten el juicio preliminar en su contra.

Rodríguez contrató abogados para que lo defiendan de las acusaciones de corrupción con los medios legales que estos consideren.

El Ministerio Público no tiene más que enfrentar los argumentos o los trucos que atribuye a la defensa para que el proceso se prolongue más allá de lo normal.

Por experiencia a la magistrada no hay que recordarle que los jueces no están pintados en las paredes y que son los que tienen la última palabra sobre los incidentes en los procesos.

Con acusar a un imputado de pagar abogados para demorar un proceso el Ministerio Público da entender que lo que quiere es imponer su criterio a rajatablas.

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En lugar de denunciar que un imputado paga abogados para que lo defiendan con los medios legales que consideren, la directora de Persecución debe enfocarse en descalificar por infundados o improcedentes los argumentos de la contraparte.

La denuncia de la magistrada deja mucho que desear. Porque la audiencia preliminar derivó a imputados personales entre los abogados de Jean Alain y otros imputados y los representantes del Ministerio Público. Hasta los más profanos entienden que en el proceso deben prevalecer los argumentos jurídicos.