Santo Domingo.-Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que más de 26 mil niños en esa condición están fuera de las aulas.
Se trata de una denuncia que estremece, porque la discapacidad no es una enfermedad ni un obstáculo ni inhabilita a ninguna persona para estudiar ni desarrollarse.
La Unicef, para no dejar dudas, habló con estadísticas. Dijo que los estudiantes con discapacidad se redujeron de 26,581 en 2016 a 6,163 en 2019. Se trata de un drama que viene desde hace tiempo en caída libre.
Aumenta la inquietud la revelación, apoyada en la Encuesta Nacional de Hogares, de que un 10.1 % de los niños de 2 a 17 años presenta dificultad en al menos un dominio funcional. Para colmo el país, según la Unicef, no cuenta con un registro que identifique a los niños que sufren discapacidad funcional ni la naturaleza de sus necesidades.
La ausencia de las aulas de discapacitados es un desafío que las autoridades tienen que enfrentar con políticas públicas inclusivas. El presidente Luis Abinader presentó un saludable plan para garantizar inclusión y oportunidades sociales, económicas y culturales a los discapacitados.
En el caso de los niños es indispensable, como dijo la representante de la Unicef, un informe confiable que oriente las decisiones públicas. Porque además de la carencia de escolaridad de un significativo porcentaje de discapacitados están las dificultades de acceso a servicios esenciales.

