Santo Domingo.– La economía dominicana entra en la temporada navideña con un dinamismo visible en comercios, mercados y centros de servicios, impulsado por la inyección de recursos del salario número 13, los bonos estatales y el aumento de las remesas enviadas por la diáspora. Sin embargo, detrás del movimiento comercial que caracteriza diciembre, persisten presiones que limitan el impacto real de este flujo de dinero en los hogares dominicanos.
Proyecciones del Gobierno y del sector privado estiman que durante diciembre circula una de las mayores sumas de recursos del año, producto del doble sueldo en los sectores público y privado, incentivos laborales y el gasto estacional. Este aumento de liquidez se refleja en mayores ventas, especialmente en alimentos, bebidas, electrodomésticos, construcción ligera y vehículos, beneficiando de forma directa a pequeños y medianos comercios.
Economía se dinamiza
El impulso económico se acelera desde finales de noviembre, cuando el Estado inicia el pago de la regalía pascual, acompañado de transferencias monetarias dirigidas a familias de bajos ingresos. A esto se suma el repunte tradicional de las remesas, que cada año alcanzan uno de sus niveles más altos durante las festividades.
Desde el Ejecutivo se sostiene que estas medidas buscan fortalecer el consumo interno y sostener la actividad económica en un mes clave para el cierre del año, aunque su efecto es marcadamente temporal.
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Abastecimiento garantizado, precios bajo presión
Comerciantes y productores aseguran que existe disponibilidad suficiente de productos tradicionales para la cena navideña, como cerdo, pollo, arroz y víveres. El sector avícola, en particular, afirma tener capacidad para suplir la demanda estacional.
No obstante, compradores y vendedores coinciden en que algunos productos básicos han registrado aumentos de precios, afectando el presupuesto familiar. Habichuelas, plátanos y otros alimentos esenciales muestran variaciones que golpean con mayor fuerza a los hogares de menores ingresos, para quienes la canasta básica continúa siendo una carga creciente.
Remesas y alivio temporal
Como parte de las medidas de apoyo, el Gobierno reactivó el programa que facilita el envío de artículos desde el exterior sin cargas impositivas durante la Navidad, reconociendo el peso de las remesas en la economía nacional.
Estas, junto al doble sueldo, se convierten en un alivio momentáneo para miles de familias, aunque economistas advierten que no corrigen los problemas estructurales del costo de la vida.
El lado menos festivo
El incremento del dinero en circulación también trae efectos colaterales. Autoridades reconocen que en diciembre se registra un aumento de robos, estafas y delitos oportunistas en zonas comerciales, un fenómeno recurrente asociado al mayor flujo de efectivo.
Al mismo tiempo, persiste la preocupación por el alto costo de la vida. Aunque diciembre ofrece un respiro, muchas familias enfrentan enero con presupuestos agotados y compromisos acumulados, lo que reduce el impacto real del crecimiento estacional.
Una economía que se mueve, pero no se transforma
La Navidad vuelve a demostrar que la economía dominicana responde rápidamente cuando hay liquidez y estímulos, pero también evidencia que este dinamismo es coyuntural. El desafío estructural sigue siendo lograr que el crecimiento se traduzca en mayor poder adquisitivo sostenido y estabilidad para los hogares dominicanos.

