Consternación –
La sociedad no se repone de la consternación que le ha causado el trágico deceso del maestro Mateo Aquino Febrillet, exrector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), muerto de un balazo dentro del vehículo en el que se desplazaba por la avenida Anacaona, de la capital.
El profesor Aquino Febrillet fue alcanzado por un disparo que penetró por el hombro izquierdo, sin orificio de salida, lo que provocó su muerte antes de llegar al Centro Médico Real, donde fue conducido.
Se ha dicho que el malogrado catedrático, quien era candidato a senador del Partido Revolucionario Moderno, en San Cristóbal, intentó mediar en una discusión entre el sindicalista Blas Peralta y Edward Montás, aspirantes a diputados, con quienes compartía un almuerzo en el restaurante Arrozsal.
Aquino Febrillet salió del lugar y abordó su yipeta junto a Montás y su secretaria, Elaine Mañaná, en dirección a un destacamento de Policía cercano donde pondrían una querella contra Peralta, pero fueron atacados a tiros desde otro vehículo, siendo alcanzado por el disparo que le causó la muerte.
Gente irrefrenable que usurpa y desnaturaliza el ejercicio de la actividad política han segado la vida de un hombre bueno, ejemplar servidor público, que dedicó 35 años de su vida a la cátedra universitaria y con méritos de sobra aspiraba a un escaño en el Senado de la República.
Sin poder subsanar el dolor que causa el asesinato cobarde y artero del maestro Aquino Febrillet, la población de nuevo derrama lágrimas a causa de la violencia y el desenfreno de gente sin alma ni corazón.
Que esta irreparable pérdida sirva de amarga experiencia y lección al liderazgo partidario obligado a expulsar de sus filas a tantos desechos humanos y morales que cohabitan con el chantaje, la corrupción y la violencia.
Policía y Ministerio Público están compelidos a esclarecer cabalmente las circunstancias en que fue muerto el maestro Aquino Febrillet, identificar y someter a la justicia a su victimario sobre quien debe recaer el mayor castigo por tan abominable crimen.