Durante su visita a China Popular, el presidente Danilo Medina ha gestionado ante su homólogo Xi Jimping la firma de al menos 18 acuerdos sobre cooperación financiera, comercial, turística, migratoria, agrícola y aeronavegación, además de la inclusión del país en el marco del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Iniciativa de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI.
Políticos, legisladores, dirigentes empresariales y de la sociedad civil reclaman transparencia en la firma de esos convenios y emplazan al Presidente a explicar el alcance real de esos compromisos, algunos de los cuales adelantan objeción sin conocer todavía su contenido.
El propio presidente Medina ha revelado que en China hay interés por invertir en el complejo de generación eléctrica Punta Catalina, aunque adelantó que cualquier iniciativa en ese sentido debe conllevar transparencia y licitación internacional.
La embajadora de Estados Unidos aconseja al Gobierno proceder con cuidado ante la oferta china de incursionar en diversos sectores de la economía, como si la relación entre las dos naciones estuviera signada por algún misterio de tragedia.
Se ha advertido también sobre la posibilidad de que el fardo de acuerdos o convenios con Beijing se refleje en un desmesurado aumento de la deuda pública y hasta se objeta el posible financiamiento de un ferrocarril o las bondades del megaproyecto chino de la Ruta de la Seda.
No se niega pertinencia a tales expresiones de preocupación sobre el alcance de esos acuerdos, especialmente en el relacionado con su impacto sobre el endeudamiento o en torno a algunos proyectos, pero lo mejor sería esperar el retorno del Presidente y lo que trae consigo.
Para poder garantizar el ritmo de crecimiento y expansión de su economía, República Dominicana está compelida a procurar mejores accesos a los diferentes nichos de cooperación internacional, incluidos financiamiento y transferencia tecnología. En esa dirección, China representa una gran oportunidad.
No hay que adelantar juicios ni elaborar conjeturas sobre las gestiones que emprende en China el presidente Medina junto a una comitiva de funcionarios y empresarios. El buen juicio aconseja esperar el retorno del mandatario para entonces poder revisar el contenido de la alforja.
