Algunos miembros del Comité Olímpico Dominicano, sobre todo aquellos que son más sensatos y tolerantes a las críticas, han comenzado a expresar a algunos de sus amigos que ciertamente el COD está en estado de emergencia. Los que así lo reconocen y yo sé quienes son, hacen muy bien en no ocultarlo.
Yo quedé muy complacido con la última asamblea que llevó a cabo esa entidad. Se percibió un buen ambiente y por encima de las diferencias que existen, los asistentes se manejaron armoniosamente y prácticamente la unanimidad reinó en todas las resoluciones.
Ahora bien: ¿Cuál es la realidad del Comité Olímpico Dominicano, que dirige Garibaldy Bautista?
Sencillamente, el COD está en bancarrota y sin salida por el momento. Sus directivos quieren cancelar algunos empleados, pero no están en condiciones para pagar las prestaciones laborales.
Transformar las instituciones requiere valentía. Cabalgar sobre la mentira no es lo más recomendable. El Comité Olímpico Dominicano tiene dos opciones: cerrar y entregar la llave por incapacidad o reunirse con las autoridades oficiales del país, en este caso, el amigo Francisco Camacho y ‘’ desnudar el alma’’ y plantear claramente cuál es la realidad de esa organización, pues en menos de siete meses, deberemos cumplir con los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los Panamericanos de Chile. Con todo y estar en bancarrota, el COD tiene el compromiso, junto a las federaciones, de agilizar los trabajos de fogueos con nuestros atletas, como lo ha manifestado el viejo Leo Corporán en su columna.
El haber formado ese comité ejecutivo, pensando más en el voto que en el perfil y la capacidad del dirigente, tendrá sus efectos negativos. De hecho, algunos se han creído que han llegado a esas posiciones por méritos propios, olvidando que fueron cargados en los hombros de José Manuel Ramos y otras personas que no debo mencionar por el momento.
Y el ejemplo más palpable, es que Miguel Camacho debió ocupar un cargo de importancia en esa directiva, y se acordó dar oportunidad a otros dirigentes. Es bueno que algunos de los que tienen los humos altos en el COD, no olviden esa realidad.
Mientras tanto, el momento requiere de unidad y que los principales dirigentes del COD hablen francamente con Francisco Camacho para evitar un papelazo en los próximos compromisos patrios.
Por: Ramón Rodríguez
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