El misterio era un mal presagio sobre la ejecución el 10 de septiembre por una patrulla de la Policía, según el Ministerio Público, de cinco personas en el sector La Barranquita, Santiago. De los 11 agentes que participarían en la balacera que todavía conmueve a la población, solo a cuatro se impuso prisión como medida de coerción, mientras los otros siete quedaron en libertad condicional.
El Ministerio Público no demoró en apelar la decisión del Juzgado de Atención Permanente. La Corte de Apelación de Santiago fijó para el martes 18 el recurso elevado por el Ministerio Público contra la libertad de siete de los policías implicados en el horrendo crimen.
El Juzgado de Atención Permanente impuso garantía económica, impedimento de salida del país y presentación periódica a los oficiales Álvaro Paredes Paniagua, Hansel Michel Cuevas Carrasco, José Ignacio Gómez Rodríguez y Domingo de los Santos Vargas, así como a los cabos Geyser Francisco Álvarez Rodríguez y César Augusto Martínez Trinidad.
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También el raso Adrián Miguel Villalona Pineda. Solo se dictó prisión contra los sargentos Hairo Mateo Morillo y Sócrates Fidel Féliz Féliez, el cabo Yohandy Encarnación y el raso José Octavio Jiménez Peña. El caso va camino de convertirse en un reto para la justicia.

