En su discurso de rendición de cuentas ante las cámaras legislativas, el presidente Luis Abinader destacó el crecimiento de la capacidad de generación de energía renovable y de la expansión del sistema eléctrico nacional, pero fue tímido en el abordaje del déficit que agobia a las distribuidoras de electricidad.

El mandatario destacó el incremento de la generación de energía limpia, que en 2020 era 555 megavatios, y en la actualidad alcanza los 1,396 megas, lo que permite al sector avanzar hacia la meta de cubrir un 25 % de la demanda y duplicar ese porcentaje para el 2028.

Son noticias alentadoras que merecieron su inserción en el discurso presidencial del 27 de febrero, pero el tema sobre la crisis recurrente en las operaciones de las distribuidoras Edeeste, Edesur y Edenorte requería también ser incluido en esa trascendente alocución, con al menos mención de estadísticas que marquen algún alivio.

Al enfatizar sobre el aumento en la generación de energía renovable, el jefe de Estado refirió como un hecho histórico lo ocurrido el 8 de febrero cuando por primera vez más del 50 % de la energía en línea provino de fuentes renovables, lo que dijo se fortalece aún más con la inyección de 2,179 megas adicionales de gas natural.

Lo que no se explicó en ese discurso fue que el déficit comercial de las Ede ascendió en enero a US$73 millones, según un reporte del Ministerio de Energía y Minas, que consigna un monto total por compra de energía de US$231.5 millones, de los cuales sólo lograron facturar a sus clientes US$158.5 millones, lo que arroja un déficit de 31.54 por ciento.

Un reportaje del semanario El Dinero revela que en los últimos diez años el Gobierno ha transferido al sector eléctrico US$10,322.4 millones para cubrir el déficit de las distribuidoras de electricidad, un promedio anual de US$1,032.2 millones. Se entiende, pues, porque se habla de generación y no de déficit comercial.

Aunque el Presidente mencionó la construcción de obras de infraestructura para mejorar el sistema de transmisión eléctrica y se habla también de iniciativas para incrementar las cobranzas, el hoyo negro que representan las Ede succiona centenares de millones de dólares anuales, lo que agrava el déficit fiscal.

Lo recomendable sería que en próximos discursos o comparecencias en torno al sector eléctrico, el presidente Abinader aborde en partes iguales lo relacionado con la generación eléctrica, a la par con las insoportables pérdidas comerciales de las distribuidoras de electricidad, convertidas en barriles sin fondo.