Por primera vez se emprendería un proyecto vial para desalojar al Distrito Nacional de vehículos pesados, mediante el establecimiento de rutas alternas, lo que ayudaría a disminuir la contaminación ambiental, accidentes de tránsito y mejorar la calidad de vida de los residentes y el flujo vehicular.
Es un plan piloto promovido por la alcaldía del Distrito Nacional, el Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de Tránsito y Transporte, por lo que ante la cantidad de instituciones que participan en esa iniciativa se colige que ofrecería una solución permanente ante un problema añejo y acuciante.
Se resalta que como parte de ese proyecto se exonera el pago de peaje a los vehículos pesados compelidos a transitar por la autopista que circunda el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, que fue construida para disminuir la circulación de camiones, patanas y autobuses por vías interiores.
Las cargas que ingresan o salen por los puertos de Haina Oriental y Occidental, Multimodal Caucedo o que ingresen desde las regiones norte y sur tendrían que viajar por la avenida de Circunvalación que inicia en Haina y se prolonga hasta Boca Chica.
Ese plan piloto tendría una duración de 15 días, a partir del 24 de octubre hasta el 7 de noviembre, al término del cual las autoridades deberán presentar medidas definitivas que reduzcan drásticamente el ingreso o paso de vehículos pesados por el Distrito Nacional.
La Federación Nacional de Transporte (Fenatrado), Asociación de Navieros, Organización de Empresas Comerciales, Asociación de Agentes y Operadores de Cargas, participan en el diseño y aplicación de tan trascendente iniciativa, que además cuenta con los auspicios del Banco Interamericano de Desarrollo.
El tránsito en el Distrito Nacional y provincia Santo Domingo se ha convertido en un gigantesco caos con enorme taponamiento vehicular a cualquier hora del día o la noche, lo que causa millones de pesos y dólares en pérdidas por ausentismo laboral y dispendio de combustibles, lo que se agrava con la circulación de centenares de vehículos pesados por avenidas, puentes y calles interiores.
Las autoridades municipales y demás intervinientes en este proyecto deben tener bien claro que los más de cuatro millones de residentes en el Gran Santo Domingo no aceptarían un nuevo fracaso o dilación en la solución de un problema que hace tiempo se tornó insoportable.