¿Qué Pasa?

El lado bueno

El lado bueno

Cuando te haces invisible

Hay historias tontas, pero profundas, pero resulta que miles de mujeres deben haber vivido la misma escena que mi amiga Arabella.

También muchas deben haber sacado la misma dolorosa conclusión.
Ara, como le decimos, está recién divorciada y un grupo de amigas cercanas suele visitarla para mimarla, hacerla sentir acompañada y no dejarla caer en depresión. Es que ella es de esas mujeres que aman demasiado y ninguna de sus amigas la veía con la valentía de dejar a su adorado marido.

Pero lo dejó y día tras día, quienes la visitámos, esperábamos ansiosas que nos contara la real historia de su separación y cómo encontró las fuerzas para dejarlo. Y una tarde la contó…

Ara dice que no le fue fácil entender que él ya no la quería, ni asimilar que ya eran como dos extraños en una misma casa.
Ya no hablaban, a veces ella pensaba que en 15 años de matrimonio, talvez las conversaciones se agotaban y el silencio no era un mal indicio.

Pero –dice con dolor- hay detalles simples que te demuestran que te haces invisible en la vida de quien amas, y es como si no existieras. Y uno de esos detalles fue el que la acabo de convencer.
La noche de Año Nuevo, como siempre cenaron en casa de sus familiares, y poco antes de las 12, se fueron a su casa para no esperar bullicios en la calle.

Las doce de la noche la esperaron juntos, solos, mirando televisión. Y justo al entrar el nuevo año, cuando se siente el deseo de abrazar a quien aprecias, él, sin dejar espacio, tomó entusiasmado el teléfono.

Así comenzó a llamar y a llamar, dando felicitaciones a todos sus familiares y amigos. Mientras ella, dándole el beneficio de la duda, esperaba el final de sus llamadas para que le diera el abrazo de año nuevo, que talvez les haría recordar buenos tiempos.
El abrazo nunca llegó, ni llegaron las palabras de excusas por el olvido.

Ella entonces se fue a su cama, se arropó con las sábanas y durmió triste, pero clara en su realidad. El se le unió casi una hora después, cuando terminó alegremente, de desear lo mejor a cada persona importante en su vida. Para él, ella no existía. No estaba ahí, solo estaban los demás, y con ellos lo dejaría. Así tomó la decisión. El ya no la veía, y ella decidió hacer que el fuera también invisible.