Opinión

El PLD y precandidatos

El PLD y precandidatos

Oquendo Medina

Dentro de las luchas políticas, la neutralidad o la imparcialidad no existen y mucho menos en medio de un proceso electoral. La dinámica de dicho proceso la toma de decisión con responsabilidad para favorecer la democracia partidaria.

Ahora bien, cuando el certamen electoral es interno, resulta natural que los militantes de una organización se inclinen y apoyen con entusiasmo al precandidato de su predilección.

Mas eso no significa que necesariamente han de enfrentar sin respeto alguno a sus contrarios, mucho menos odiarlo y lanzar calificativos hirientes en contra de los demás. Lo correcto entonces sería hacer todo lo posible por no provocar heridas o insultos que luego afecten la unidad entre los miembros de la agrupación política.

Como regla de oro, jamás puede haber retaliación o persecución en contra de ningún militante porque éste muestre simpatía por uno de los precandidatos. Eso nunca. De haberla, entonces se estaría cometiendo un gravísimo error cuyas consecuencias saldrían a flote una vez pasado el proceso interno y llegado el externo.

Definitivamente que podrían resultar caro las acosos o los despidos de la administración pública de uno o de varios militantes por el solo hecho de manifestar su apoyo a un determinado precandidato. El partido gobernante debe de actuar con mucha cautela y madurez política.
—¿Qué cuál de los precandidatos es el mío?

Quienes me conocen saben perfectamente que es Leonel Fernández, por supuesto —respondo.

El Nacional

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