Wendy Selmo
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Se acerca la Navidad y con ella la famosa tradición de los aguinaldos navideños, donde muchas personas se levantan en la madrugada para hacer un té de jengibre y despertar a los vecinos con la famosa canción “ábreme la puerta que estoy en la calle”.
Pero lo que muchos desconocen es que este delicioso té, además de calentar nuestro cuerpo, aporta muchos beneficios al organismo, reduce el colesterol, dolores de estómago y las úlceras gástricas.
Esta infusión ayuda a reducir las náuseas en las embarazas, infecciones, la hinchazón del síndrome del colón y el flujo sanguíneo.
Es además muy utilizado para el cabello, galletas, chocolate, cremas heladas y comida asiática.
Según la Universidad dermatológica de Case Western University se descubrió que el aceite de jengibre puede prevenir el cáncer de piel.
Asimismo previene ataques al corazón, calma el dolor de artritis, dolor de barriga, facilita perder peso. Según aportes de la investigación dicen que consumir 10 gramos diarios de jengibre en polvo, ayuda a reducir las enfermedades de las arterias coronarias.
El jengibre también facilita la digestión al aumentar el ácido clorhídrico y otros ácidos estomacales que tienden a declinar con la edad, disminuyendo los gases.
Al igual que el ajo, es capaz de evitar que el colesterol se dispare después de una comida muy rica en grasas. Ayuda a estimular el corazón, sube la presión arterial baja y disminuye la presión arterial alta.
Se recomienda como un remedio contra el mareo.
Es anti-úlcera, alivia los síntomas de inflamación y protege de la creación de úlceras digestivas. Posee propiedades afrodisíacas, muy buen estimulante, suministra ánimo, vitalidad y longevidad.