Con el decreto que declara de emergencia el incremento de la generación de energía eléctrica, mayor no puede ser el espaldarazo del presidente Danilo Medina al proceso para la instalación de dos plantas a carbón abierto por la Corporación Dominicana de Electricidad (CDEEE), y que dicho sea de paso es con el que más lejos se ha llegado para enfrentar la prolongada y costosa crisis del sector. La decisión ratifica la voluntad que desde un primer momento ha expresado el mandatario para aumentar y abaratar la producción como una de las principales alternativas para resolver el problema.

Como para dejar bien sentado su compromiso y determinación para avanzar en el proceso, pero también como muestra de confianza en la gestión del vicepresidente de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, el decreto 167-13 exonera a esa empresa y a las distribuidoras de electricidad de cumplir con la ley sobre compras, contrataciones de bienes y servicios, obras y concesiones durante un año.

Al anunciar que el lunes próximo se notificará a las empresas interesadas en construir las plantas los resultados de la licitación, aunque el ganador será dado a conocer en diciembre, Jiménez Bichara destacó que el Gobierno tiene la firmeza de completar el proceso, además de que como vicepresidente de la CDEEE se siente compelido a cumplir el cronograma que se ha trazado. Las señales en tal sentido no pueden ser más auspiciosas.

Basado en un informe elaborado por la propia CDEEE, la Comisión Nacional de Energía y el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Interconectado, el Gobernante se ha decantado por declarar de emergencia el aumento de la producción para evitar el colapso del sistema, que en las condiciones actuales alcanzaría un déficit de 2,887 megavatios. La alegada falta de inversión del sector privado es otro de los factores que ha motivado la decisión del Gobierno.

Con la iniciativa que han explorado las autoridades se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo, pero no se puede ignorar que el sistema eléctrico es crítico y que las proyecciones son a empeorar si no se toman medidas enérgicas. Por supuesto, el incremento de la generación es solo parte, aunque sea la fundamental, de un problema mucho más complejo y variado.

De la misma forma que se ha decidido la instalación de nuevas plantas a carbón para aumentar y abaratar la generación de electricidad, tienen las autoridades que enfrentar las deficiencias en las recaudaciones y las pérdidas provocadas por el obsoleto sistema de transmisión. Son factores que no se pueden soslayar en la lucha por resolver un problema cuyo dolor de cabeza no son solo los apagones.

La emergencia declarada por el Presidente de la República en el aumento de la capacidad de generación debe constituir solo el primer paso hacia una solución integral de la prolongada crisis del vital servicio eléctrico.