Lo ideal sería que un empleo en el tren gubernamental no esté sujeto a la política y, mucho menos, a la politiquería. Sería una maravilla que cualquier ciudadano, del sexo que sea, de la preferencia política que sea, del credo religioso que quiera y sea cual sea el color de su piel, pudiera tener fácil acceso a laborar en el aparato estatal dignamente, sólo en atención a sus habilidades y capacidades técnicas y profesionales; en atención a su conducta, su moral y su disposición al trabajo.
Pero. ¡Que lastimoso! Esto es una soberana quimera, estamos ante una lamentable utopía. Y como tal hay que asumirlo y asimilarlo, hasta tanto nuestro país alcance el grado de desarrollo necesario para por lo menos reducir a su mínima expresión el clientelismo y el mercantilismo en la política vernácula. Clientelismo y mercantilismo que vienen impuesto desde arriba.
Es entonces donde cobran fuerzas y razón los reclamos de la militancia y la dirigencia media y de base del Partido Revolucionario Moderno (PRM), hoy en el Gobierno.
Y más razonable y validos aún se hacen estos reclamos ante la ruda y cruda realidad de que la mayoría de los funcionarios tratan con desdén e indiferencia y a veces hasta ultrajan a la grey perremeista, luego de haber escalado sus cargos sobre sus hombros.
Resalto aquí que tengo conocimiento y testimonios de esa dirigencia y esa base perremeista dando cuenta de que a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), conocida también como Metro de Santo Domingo, hay que reconocerle su trato distinguido, diligente y efectivo en cuanto a empleomanía y nombramientos de perremeistas se refiere.
Se le reconoce y aplaude al Director Ejecutivo de esta entidad, Ing. Rafael Antonio Santos Pérez y a su dinámico y eficiente asistente político, el Sr. Jhonny Colón, que le prestan la mayor atención y consideración a la militancia del PRM, brindándole toda la preferencia y siendo todo lo diligente posible a los fines de sus nombramientos en el Metro de Santo Domingo.
Pero, no se piense que el Ing. Rafael Santos y su asistente político, Jhonny Colón, solo están pendientes a nombrar perremeistas allí. Esto lo hacen sin descuidar los aspectos técnicos y de mantenimientos que amerita esta institución.
Por: José Vicente Calderón R.
