Opinión

ENFOQUE SEMANAL

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La nueva imagen del CEA.-

Hubo una época en que el Consejo Estatal del Azúcar, y sus 12 ingenios, constituyeron por mucho la principal agroindustria del país, pero luego del decapitamiento de la tiranía trujillista, comenzó la lenta pero inevitable declinación de esa empresa que era el orgullo del extinto dictador.

A las tierras del CEA le entraron como la conga, militares y civiles, y cada quien se fue apoderando del pedazo que pudo o estimó conveniente, mientras el Presidente Joaquín Balaguer, a partir de su toma de posesión el primero de julio de 1966 dedicó sus predios para impulsar la tan necesaria reforma agraria, que sacase de su miseria ancestral a la clase campesina, que desde la independencia del 27 de febrero del 1844, vivió en la más absoluta miseria, sirviendo de carne de cañón a los terratenientes de cada zona, quienes se proclamaron generales y tenían como deporte principal, el vivir haciendo revoluciones y proclamándose Presidentes de la República, o exigiendo el disfrute personal de las aduanas y puertos, así como del ferrocarril de Puerto Plata a Sánchez, lo que sumió al país en el caos casi absoluto con exención de algunos que se auto titularon presidente vitalicios o dictadores, como fueron los casos de Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Mon Cáceresy el propio Trujillo, lo que finalmente dio lugar a la primera intervención militar de Estados Unidos para desarmar la población y pacificar el país.

Poco a poco el CEA fue mermando hasta convertirse en una sombra de lo que fue, con apenas un par de ingenio funcionando hasta que el Presidente Danilo Medina decidió nombrar como director ejecutivo del CEA al Licenciado Pedro Mota Pacheco, acompañado de un equipo administrativo encabezado por el licenciado Rubén Calcaño como gerente.

Ahora los bienes del CEA se están administrando en base a la probada honestidad y vocación de trabajo del equipo que está al frente de la institución, con el licenciado Mota Pacheco a la cabeza.
Se a regularizado que toda persona que haya comprado y saldado el valor de los terrenos adquiridos obtenga en un corto plazo su título de propiedad, y se ha controlado a los invasores de sus terrenos con una vigilancia permanente de las fuerzas armadas.

De igual manera se paga religiosamente su salario a cada empleado, que dispone igualmente sin importar la posición que ocupa de un seguro médico, y se dan a los adquirientes precarios amplias facilidades para que puedan adquirir legalmente los terrenos que detentan.

O sea que bajo la dirección honesta y responsable del licenciado Mota Pacheco se ha puesto fin a la mafia que creía que el CEA era una vaca muerta sin dueño, cumpliendo así instrucciones precisas del Presidente Danilo Medina

El Nacional

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