Poquito, despacito y solito
La Paz. Bolivia. Entre broma y verdad se dice, que el que llega a la capital de Bolivia en principio debe comer poquito, caminar despacito y dormir solito, osea, no tener sexo. La recomendación es para evitar que el impacto del cambio de altitud provoque el conocido mal de altura. La Paz es la capital más alta del mundo. Está a un promedio de 3,650 metros sobre el nivel del mar.

Igual se recomienda masticar y hacer te con las hojas de coca, beber agua suficiente y tomar unas pastillas especiales contra el mal de altura, por lo menos los tres primeros dias.

Con todo intenté cumplir, pero cuando salí a la calle y vi tantos platos diferentes, quise probar una buena parte de ellos y ahí comenzó el problema. Comí chori pan, el típico sandwich de las cholitas, las salteñas entre otras. El malestar me duró semanas y fue preciso comprar otros medicamentos para sanarme cuanto antes.

Los que han nacido en La Paz o han vivido por mucho tiempo en esta ciudad, cuando salen por varios días deben tener sus precauciones cuando regresan, hasta que el organismo vuelva a acostumbrarse de nuevo a la altura.

Yo, ya con casi dos meses viviendo aquí, aun siento que se me quiere salir el alma cuando me someto a algún esfuerzo físico o me veo precisada a caminar rápido. Aún así no me quejo, creo que una cosa compensa la otra y me siento bien en La Paz por la amabilidad de la gente, la seguridad de sus calles, el paisaje montañoso y otras particulares que me resultan muy atractivas e interesantes en este nuevo destino en el que nos toca vivir.

La Paz es un destino lleno de luz en el que en un día puedes sentir las cuatro estaciones. Debe siempre estarse prevenido con ropa de calor y de frío al mismo tiempo. Puede que en algún momento una nube haga que se sienta frío o que un lugar sin sombra haga que se sienta demasiado calor por la cercanía del sol.