Desde que la vicepresidenta Raquel Peña ha estado tomando papeles protagónicos en diferentes estamentos del Estado, nos hemos estado haciendo la pregunta, de si es ella la ficha decisiva en caso de que por la nominación presidencial los demonios se desaten en Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Como analistas del acontecer político, nos hemos dado cuenta de los múltiples e inteligentes movimientos que esta prestante dama ha estado haciendo, en donde y según algunos medios, desde ya se han estado conformando equipos de trabajos vía la obtención de la candidatura presidencial de su partido.

Lo que se observa con relación al tema no es un invento ni un juego de niños. Es algo bien pensado y planificado; una realidad que bien pudiera ser la tabla de salvación para mantener la unidad en caso de que en el PRM estalle una de esas crisis como la que le dieron origen precisamente a la hoy entidad oficialista.

Desde que el PRM asumió el poder en el 2020, el trabajo “apagafuego” que ha venido haciendo ha sido muy elogiado por los diversos sectores que al igual que nosotros nos dedicamos a la opinión y al análisis de la realidad socio-política del país.

Su trabajo ha sido altamente satisfactorio, esto así por el alto grado de disciplina, capacidad y sobre todo la inteligencia emocional que ha venido mostrando, lo que ha llevado a pensar para que ciertos sectores de la nación hoy la estén proponiendo como la que represente ese partido en la boleta presidencial del 28.

No nos cabe la menor duda de que su presencia en el escenario ha estado revolucionando algunos aspectos internos de ese partido.